La Conmebol anunció este domingo por la noche que la Argentina tampoco será sede de la Copa América que se iniciará el próximo 13 de julio, al tiempo que señaló que «analiza ofertas» de otros países para su organización.

«La CONMEBOL informa que en atención a las circunstancias presentes ha resuelto suspender la organización de la Copa América en Argentina. La CONMEBOL analiza la oferta de otros países que mostraron interés en albergar el torneo continental», publicó a través de su cuenta oficial de Twitter.

Además, agregó que «en la brevedad se anunciarán novedades en este sentido».

Ante esta situación, Conmebol convocó a una reunión de urgencia del Consejo directivo para este lunes a las 9:00, en forma virtual, donde determinará el futuro: Chile y Estados Unidos habían ofrecido su territorio para recibir el torneo, aunque la cancelación del torneo también estará en la mesa.

De esta forma, Argentina corrió la misma suerte que Colombia, que por motivos sociales debió desistir de la organización de la Copa América 2020.

El recrudecimiento de la pandemia de coronavirus en el país, sumado a que no podía garantizar la presencia de público en los estadios a partir de semifinales, fueron un combo que llevaron a esa decisión al Gobierno nacional, que se lo comunicó a la Conmebol.

Es un cambio de 180 grados respecto de lo que ocurrió durante esta semana, cuando el presidente de la Nación, Alberto Fernández, recibió en la Quinta de Olivos junto a parte de su Gabinete de Ministros al titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez.

Allí se intercambiaron protocolos y, si bien fuentes de Conmebol habían advertido que los requisitos eran «mayores a los de la Eurocopa», confiaron en resolverlo.

Pero a primera hora del domingo, las declaraciones de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, habían adelantado un panorama poco alentador para el certamen que reunirá a las diez selecciones de Sudamérica.

«La Copa América no está definida ciento por ciento, entiendo que los que deben tomar esa decisión están en el último tramo de análisis. En el Ministerio de Salud de la Nación estamos generando hace meses protocolos y articulaciones con otros sectores, Interior, Migraciones, Transporte, ANAC, Defensa…, en relación a los controles», había dicho la ministra.

Para reforzar esa situación, el ministro del Interior, Wado de Pedro, afirmó minutos antes del anuncio oficial que era «muy difícil que se juegue la Copa América en Argentina por la situación de alerta epidemiológica».

«Estuve conversando hoy con el presidente Alberto Fernández sobre la situación sanitaria de todas las jurisdicciones, y en particular de Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, y siendo coherentes con el cuidado de la salud vemos que es muy difícil que se juegue la Copa América en nuestro país», sostuvo.

Lo cierto es que toda la polémica e incertidumbre que había rodeado las últimas semanas la organización de la Copa América dentro del territorio argentino terminó empujando al Gobierno nacional a pedir un protocolo muy difícil de cumplir para Conmebol, por los pocos días que lo separaban de la competencia.

Más allá que una delegación de Conmebol había inspeccionado los estadios que se iban a sumar al listado original para recibir los quince partidos que iban a jugarse en Colombia, el promedio alto de casos que se mantuvo en las últimas semanas volcó la balanza dentro del Gobierno nacional.

print