Probablemente Noubar Afeyan no sea muy conocido fuera de los círculos de emprendedores e inversionistas, pero durante el último año una de sus compañías se ha hecho famosa en el mundo entero.

Afeyan es confundador de Moderna, una de las empresas pioneras en el desarrollo de la novedosa tecnología de ARN mensajero (ARNm), empleada en algunas de las vacunas contra la covid-19.

Pero Moderna es solamente una de decenas de startups en cuya creación ha estado involucrado este doctor en ingeniería biomédica egresado del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) e inventor de más de 100 patentes que, según la revista Forbes, acumula una fortuna personal de US$2.500 millones.

Moderna nació y fue incubada por Flagship Pioneering, una compañía fundada por Afeyan que se dedica a desarrollar innovaciones científicas que luego sirven como base para la creación de start-ups, lo que ha derivado en el desarrollo de más de un centenar de emprendimientos.

Nacido en Líbano de padres armenios, Afeyan tuvo que emigrar a Canadá siendo adolescente para huir de la guerra civil.

En su conversación con BBC Mundo habló sobre la vacuna contra la covid-19 y la posible liberación temporal de sus patentes (una iniciativa que Estados Unidos decidió apoyar este miércoles, pocos días después de realizada esta entrevista).

Recientemente, alrededor de un centenar de países liderados por India y Sudáfrica pidieron a otros miembros de la Organización Mundial del Comercio que acepten un levantamiento temporal de la propiedad intelectual relacionada con el covid-19 para acelerar el fin de la pandemia. ¿Cuál es su posición?

«Moderna es la única empresa que lo ha declarado públicamente. Y eso lo hicimos en octubre. Entonces, cuando pidieron que se permitiera el uso de la patente, ciertamente ya estábamos en esa posición e invitamos a todos los demás a unirse a la misma iniciativa. No podemos imaginar a las empresas haciendo valer sus patentes durante una pandemia», dijo Afeyan.

La gente está interesada en más que eso, quieren básicamente que las empresas enseñen a otros a fabricar su producto y a hacer una transferencia de tecnología, y hay complicaciones con eso sobre las que nosotros, al igual que otros, somos muy conscientes.

Esta (la de ARNm) es una tecnología completamente nueva. No es como si pudiéramos dar una receta y que con ella se pueda hacer la vacuna muy fácilmente. 

Pero, desde el punto de vista de la propiedad intelectual, hemos derribado cualquier barrera para que se pueda utilizar durante la pandemia desde octubre. «Hemos puesto eso a disposición no solamente de los países, sino para las empresas»

Hay muchas empresas que actualmente fabrican vacunas de ARNm que necesitarían la propiedad intelectual que Moderna ha desarrollado durante 10 años. Hace dos años no había nadie trabajando en el ARNm como una vacuna del tipo que hacemos y ahora, obviamente, varias empresas la están fabricando. 

Creo que no necesitas un acuerdo si tienes una especie de declaración voluntaria de que esa es nuestra posición. Hemos tenido esa postura y damos la bienvenida a otros a unirse.

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