El vuelo AR1060 de Aerolíneas Argentinas que traslada al país la segunda tanda de 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V anticoronavirus desde Moscú ya aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Toco tierra a las 10.49 hs en la mañana de este sábado.

Este es el segundo viaje que Aerolíneas realiza a Moscú, ya que el primer vuelo que transportó la primera partida llegó a la Argentina el 24 de diciembre con las primeras 300.000 dosis que ya están siendo aplicadas en todo el país.

«Al rol estratégico de Aerolíneas en la conectividad del país se le suma este tipo de operaciones que no pensábamos que alguna vez íbamos a tener que realizar», señaló tras la partida del avión Pablo Ceriani, titular de Aerolíneas Argentinas.

Añadió que «este tipo de eventos, impredecibles, reafirman la importancia de contar con una empresa aérea puesta al servicio de los argentinos cada vez que la necesiten», se informó el un comunicado.

Un vuelo «ferry» puede ser utilizado para realizar traslados humanitarios, repatriación de ciudadanos, cambio de un aeropuerto a otro para cumplir un itinerario por desvío de la aeronave, suplir cancelaciones, devolución al dueño de la aeronave o, como en este caso, ir en busca de una carga específica.

La travesía estuvo a cargo de 10 tripulantes, entre pilotos y copilotos. Esto implica la presencia en el vuelo de cinco tripulaciones en forma simultánea compuestas por comandante y copiloto, cuatro en funciones y una de refuerzo, a los que se suman despachantes, técnicos y personal de carga, para llegar al total de 20 personas que van a bordo.

La aeronave permaneció Moscú unas 4 horas y media para realizar la carga y partió desde Rusia cerca de las 0 horas del 15 de enero de regreso al páis, detalló la compañía.

Añadió que «en suma, toda la logística de traslado llevará 40 horas entre el tramo de ida, el tiempo de carga y las 18 horas que le llevará a la aeronave regresar al país, siendo este el tramo más largo operado por la compañía en un vuelo sin escalas».

El titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, destacó también el hecho de que este vuelo «representa el tramo más largo sin escalas realizado en la historia de la empresa».

Hasta este momento, los de mayor duración habían sido los de 14 horas directos a Sydney o también de poco menos de 14 horas a Roma, 13 horas a Auckland, Nueva Zelanda o 13 horas a Madrid.

De acuerdo al plan de vuelo, la nave partió desde Argentina rumbo hacia Uruguay, sobrevolando luego Brasil hasta la altura de la ciudad de Recife y desde allí se desarrolla el cruce del Océano Atlántico para ingresar al continente europeo por España; luego, sobrevolar Francia, Suiza, Alemania, República Checa, Polonia y Bielorrusia, y finalmente entrar en el espacio aéreo ruso hasta su aterrizaje en el aeropuerto Sheremétievo, poco antes de las 19 (hora local).

El regreso, tras el proceso de carga de las vacunas, varía respecto al viaje de ida, ya que el avión sobrevuela Europa más al norte, atravesando, luego de dejar el espacio aéreo ruso, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Alemania, Francia, el norte de España y Portugal, iniciando allí el cruce del Océano Atlántico, para ingresar al continente americano a la altura de Fortaleza (Brasil). Luego sobrevolará Uruguay hasta cruzar el Río de la Plata y aterrizó en Ezeiza, después de 18 horas, el sábado antes del mediodía.

En total son unas 40 horas, entre ida, carga y vuelta, en las que la tripulación prácticamente no va a poder descender del avión. Para todo el tramo la comida se lleva desde Buenos Aires.

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