Rogelio Frigerio, exministro del Interior

Rogelio Frigerio, recientemente criticado por Mauricio Macri, por su rol como ministro del Interior durante la gestión Cambiemos aseguró que no se molestó por las críticas que el exmandatario dataría hizo al sector “filoperonista” de Juntos por el Cambio y aseguró que “no alcanza con ser un ex presidente” para ser el líder de la oposición.

En una entrevista con Romina Mangel, por FM Milenium, el ex funcionario afirmó que «no alcanza con ser expresidente, la gente tiene que decidir si Macri va a liderar o no». «Los que determinan los liderazgos son los ciudadanos», remarcó.

«El nuestro fue uno de los gobiernos más débiles, debilidad parlamentaria y territorial que no se veía desde hacía muchísimos años. El ex presidente Macri dijo que él se tendría que haber involucrado más y yo coincido con eso, se lo pedíamos», manifestó.

Frigerio buscó bajarle el tono a la polémica desatada hace algunas semanas por las declaraciones de Macri, quien se mostró arrepentido de haber “delegado la negociación política” de su gestión en dirigentes como Frigerio y el ex titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.

“Yo la delegué en mi ala más política con filoperonistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores; yo tendría que haber puesto el foco ahí porque claramente se jugaba mucho en la Argentina en poder convencer”, había dicho Macri.

Al respecto, el exfuncionario dijo que tenían «enormes responsabilidades», pero «el poder no pasaba por nuestras manos». «Él debería haber estado metido», apuntó contra Macri.

«¿Si me preguntas por qué fallamos? Fue porque no tomamos conciencia de nuestra debilidad política de origen. El gobierno se fue encerrando en sí mismo», consideró Frigerio.

En la misma línea consideró que las políticas que intentaron imponer durante su gestión «eran las correctas». «Lo que faltó fue el volumen político, y ahí fue donde fallamos. Mi autocrítica es que no tuvimos la capacidad de convencer a los demás de lo que teníamos que hacer, a Macri, a Peña», señaló.

“Los liderazgos no se declaman y no se piden, se ganan en elecciones. Todos los que quieran liderar tienen el derecho a pretender hacerlo. Después lo va a decidir la sociedad”, argumentó.

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