La plataforma de Cine On Demand del INCAA estrenó este jueves el Film Alma Pura, del guionista y realizador Roberto Salomone.
Protagonizado por Ingrid Grudke, Alma Pura cuenta la historia de Sofía (Grudke), una pintora exitosa con algunos conflictos familiares no resueltos, adicciones varias y un comportamiento errático que su hermana menor Paula (Malena Sánchez) se encarga de manejar para que el negocio siga en marcha. Hasta que una noche Sofía se quiebra y después de una temporada en rehabilitación, Paula lleva a su hermana a la aislada casa familiar en las sierras cordobesas para que se recupere. Y también se ponga a trabajar ya que los números parecen estar en rojo. De ahí parte el relato de Alma pura que sigue la estadía inquietante de Sofía en la casa de su infancia, de la cual no recuerda nada pero la acechan los fantasmas del pasado (y quizás de los otros). Sofía queda sola a cargo de un matrimonio de viejos criados de la familia con un hijo adulto con mente de niño (Guillermo Pfening) y tiene visiones que no puede explicar. Con el correr de los días, de los sucesos cada vez más extraños, los sueños recurrentes, la visita silenciosa de una niña fantasmal y los recuerdos fragmentarios que insisten en volver, Sofía va perdiendo su ya de por sí precaria estabilidad emocional, a no saber si lo que le pasa es algo sobrenatural o es víctima de una conspiración, y empieza a mostrarse incapaz de distinguir claramente la realidad de lo que podrían ser, o no, productos de su mente.
Salomone se juega por una puesta no realista, que se muestra más bien alucinada y enrarecida, justificada argumentalmente por el estado de trance de su protagonista a quien le cuesta reconocer la realidad de la fantasía, la trama siniestra que la envuelve de lo que podría ser un producto de su propio desequilibrio y paranoia. Quizás tenga que ver con esta apuesta el look un poco estrafalario de Ingrid Grudke, no muy adecuado para quien acaba de salir de rehabilitación psiquiátrica y se encierra sola en una casona para desintoxicarse. Las actuaciones desparejas varían entre lo más naturalista, como en el personaje más terrenal de Malena Sánchez (la interpretación más lograda y creíble), mientras otros están más bien exacerbados como el de la propia Grudke o un gesticulante y recargado Guillermo Pfening.
Con pocos personajes y una locación predominante, con una trama intencionalmente enrevesada, más complicada en su desarrollo que compleja en sí, Alma Pura es un thriller psicológico que juega con lo que podría ser real, lo que podría ser fantástico, lo que podría ser una impostura o un fenópeno sobrenatural, y sobre esta intriga y la resolución de ese misterio se asienta. Las alucinaciones/sueños/recuerdos van dando pistas acerca de lo olvidado y reprimido, pero a la vez velan, ocultan y ofician de distractores. A lo largo del relato se presentan varios elementos recurrentes y hasta icónicos de películas de este tipo: visiones pesadillescas, oscuros secretos familiares, posibles conspiraciones en marcha, iconografía religiosa, niños fantasmales, casas de muñecas, criados sospechosos y personajes con algún tipo de desequilibrio mental o retraso entre inocentes y amenazantes, con la idea además de la inocencia (el alma pura) como un don y a la vez como una carga. Nada de esto es original y cualquier espectador más o menos aficionado ya tiene estos elementos vistos, aunque también podrían tomarse como un paseo por lugares reconocibles y típicos del género que el film abraza. (Subjetiva.com.ar)
ALMA PURA – Batata Films
Dirección: Roberto Salomone. Intérpretes: Ingrid Grudke, Malena Sánchez, Guillermo Pfening, Mariano Bertolini, Nora Sommavilla, Néstor Rosso, Elisa Gagliano, Safina Taborda Ceballos, Damián Grassi, Pablo Limarzi. Guión: Roberto Salomone. Fotografía: Jorge Dumitre. Música: Pablo Sala: Montaje: Diego Boass. Dirección de Arte: Emmanuel Falconnet. Producción: Martin Paolorossi, Roberto Salomone, Lucas Garzón. Producción Ejecutiva: Mario Vitali. . Duración: 91 minutos.