La embestida de sectores de la oposición y los medios contra el Gobierno de Alberto Fernández con la polémica de la liberación de presos anotó este fin de semana un capítulo de lo más significativo. Resulta que la jueza de Ejecución de Quilmes, Julia Márquez, que protagonizó un raid mediático la semana pasada asegurando que en la Provincia se liberaron 176 abusadores y violadores y a otros más de mil reos sentenciados por delitos contra la propiedad y unos 276 por delitos contra las personas. Esta información volcada por la magistrada infundieron miedo, preocupación en indignación en la sociedad, sin embargo los datos eran falsos.
Más tarde la propia Marquez volvió sobre sus dichos y quiso aclarar que que lo ella sabía en realidad era que en el período de aislamiento habían salido de las cárceles 2458 personas, que podía ser por muchas razones, entre ellas casos de abuso sexual. “No estoy diciendo que en un día salieron 172 abusadores ni nada, sino que en un día hay 172 personas que recuperaron la libertad bajo distintos institutos”, aclaró, pero el daño ya estaba hecho. Los medios habían informado lo primero.
No obstante las mentiras de la magistrada, según se conoció este sábado, ella misma liberó a Víctor Manuel Carrizo, condenado a 11 años de prisión por homicidio calificado por razones vinculadas al Covid-19. La decisión de la jueza fue tomada en abril cuando decidió enviar al reo a su casa, monitoreado con tobillera electrónica, por considerarlo población de riesgo habida cuenta que padece tuberculosis.-
Márquez, que integra la organización Usina de Justicia cercana al macrismo, se hizo tristemente famosa en marzo cuando regresó de un viaje a Italia y comenzó con síntomas compatibles con Covid-19. Como había ido a trabajar a su juzgado, la Corte Bonaerense dispuso cerrar su juzgado el 11 de marzo.
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