El diario francés Le Monde publicó hoy una entrevista con el presidente Alberto Fernández en la que el mandatario pidió «tiempo para reconstruir la economía» de cara al pago de la deuda, se definió como un «europeísta convencido» y aseguró que la vicepresidenta Cristina Kirchner «no toma ninguna decisión» pero él la consulta.

Fernández respondió preguntas sobre temas diversos en la entrevista que le otorgó al diario francés antes de regresar a la Argentina, durante su paso por París, última escala de la gira oficial por Europa en la que, según afirmó, alcanzó los «objetivos» que se había planteado.

En este sentido, explicó que «el primero era regresar nuevamente a Europa», y agregó: «Siempre fui un europeísta convencido. Una gran parte de nuestra población proviene de Europa y tenemos con ella lazos históricos, culturales, pero también económicos. Durante mucho tiempo hemos mirado para otro lado».

Alberto Fernández dijo que pagará la deuda pero pidió tiempo para reconstruir la economía

Fernández lamentó que el país se hubiera endeudado “en una velocidad inusual, en cantidades increíbles y a devolver en tiempo récord”.

“Lo que pido no es exorbitante, mi mensaje fue: pagaré la deuda, pero me daré tiempo para reconstruir nuestra economía. Y recibí un apoyo masivo de mis interlocutores”, afirmó el mandatario.

La nota de Le Monde reseña el viaje de Fernández en busca de “apoyo para renegociar la fenomenal deuda” del país y da cuenta de su visión a partir de los “ecos positivos” que encontró en sus pares de Italia, Alemania, Francia y España.

La nota cuenta también que, en coincidencia con el cara a cara entre Fernández y su par francés, Emmanuel Macron, el Congreso votó una ley que le otorga “grandes poderes” al Ejecutivo para reestructurar la “colosal deuda”.

Esa deuda equivale, cita el diario parisino, al “91 por ciento del PIB, mientras el país está sumido en una grave crisis económica”.

En la entrevista, Fernández lamenta que el Congreso “no fue consultado” sobre el proceso de endeudamiento por la administración de Macri, que, con todo, “fue un gobierno democrático, ya que fue elegido por el pueblo”.

“También podría decirles a los acreedores: ‘Ustedes sabían que se estaban metiendo en problemas cuando invirtieron en un título con una tasa de interés del 8%, pese a que en todo el mundo era del 0%. Cuando las limosnas son desproporcionadas, incluso el santo desconfía”, ironizó, con un refrán bien argentino.

Aún así, juzgó que no se le puede “pedir al mundo de la especulación financiera que tenga ese tipo de reflexión”, más allá de que “era evidente que Argentina no podría pagar porque la economía estaba en recesión”.

“Pero la legitimidad de la autoridad que contrajo esta deuda no puede ser cuestionada, así que se debe hacer frente a eso”, expresó en la nota, titulada “Dejenmé tiempo para reconstruir la economía argentina” y acompañada por una foto de Fernández en actitud reflexiva.

El presidente denunció además que el cuadro de hambre extendido en el país formaba parte de una “realidad escondida” por la administración de Macri y defendió su relación con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“No toma ninguna decisión, pero yo la consulto mucho. Fue presidenta durante 8 años; es de una inteligencia singular y no quiero privarme de su experiencia”, manifestó, y reivindicó la alianza entre sectores antes enfrentados que ahora se dieron cuenta que “millones de argentinos habían sufrido” por esas separaciones.

Finalmente, defendió su intención de legalizar el aborto, para lo que enviará pronto un proyecto al Congreso, como parte de los derechos de las mujeres y de su condición de católico.

“El Papa conoce mi posición desde hace mucho tiempo”, reseñó el presidente, que estuvo la semana pasada en el Vaticano con Francisco.

“Soy católico, pero hay que separar el aborto de la esfera religiosa. Esta no es una medida contra la Iglesia, sino en favor de los derechos de las mujeres y de la salud pública”, concluyó. 

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