El general iraní Qasem Soleimani, el militar más cercano al Ayatollah Khamenei, murió en un bombardeo al aeropuerto de Bagdad, anunció a primeras horas del viernes la televisión pública iraquí.

La televisión oficial iraní anunció la muerte del general Soleimani y el canciller de ese país, Javad Zarif confirmó el hecho al que tildó de un «acto de terrorismo».

Tras la noticia, el líder de la Revolución Islámica de Irán, el Ayatollah Khamenei, aseguró que quienes asesinaron al comandante de la Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimani, se enfrentan a una «dura venganza».

En un comunicado publicado por medios oficiales iraníes, el ayatollah culpó a la «gente más cruel de la tierra» del asesinato del «honorable» comandante que «luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo».

«Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza», agregó el líder. 

Al menos otras siete personas murieron la noche de este jueves durante el bombardeo de un convoy en el aeropuerto de la capital, tres días después de que manifestantes proiraníes atacaran la embajada estadounidense, informaron fuentes de los servicios de seguridad.

Unas tres horas después del ataque, el Pentágono confirmó que Estados Unidos concretó el bombardeo.

El secretario de Defensa Mark Esper aseguró que Solemani estaba “desarrollando activamente planes para atacar tropas y diplomáticos estadounidenses”.

Casi en simultaneo, el presidente Donald Trump publicó en su cuenta de Twitter una foto de la bandera estadounidense.

El ataque se produjo en medio de una creciente tensión entre ambos países.

El martes pasado, miles de milicianos del Hezbollah iraquí atacaron la Embajada estadounidense en Bagdad, rompiendo su muro exterior al grito de “¡Muerte a Estados Unidos!” y Trump acusó al régimen de Irán de haber estado detrás del hecho.

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