El presidente saliente, Mauricio Macri organizó una gran despedida ayer en la Quinta de Olivos, de la que deberá mudarse en los próximos días, donde todo el arco del PRO ratificó a la polémica futura exministra de Seguridad, Patricia Bullrich como jefa de ese espacio político.
El gran ausente fue el ladero hasta ahora inseparable de Macri, Marcos Peña, para algunos el mariscal de la derrota en las últimas elecciones nacionales.
el encuentro se realizó de cara a la renovación de autoridades del PRO que tendrá lugar en febrero próximo, y los referentes del partido ratificaron que Bullrich sea electa como presidenta del partido a nivel nacional, sucediendo en el cargo al actual senador Humberto Schiavoni.
Además de Vidal y Rodríguez Larreta, estuvieron el resto de los presidentes del PRO de las diferentes provincias; el apoderado del partido, José Torello; y el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis.
Los dirigentes analizaron la situación post derrota electoral del PRO, estructura a la que piensan reforzar en las provincias del interior del país, donde sus socios de la UCR fueron el eje central del espacio con su fuerte estructura.
En el encuentro que se extendió por dos horas también también se abordó la necesidad de bajar tensiones con la UCR y la Coalición Cívica luego de la derrota y de mantener unido Juntos por el Cambio para seguir representando «al 40% del electorado» que se inclinó por Macri en las elecciones de octubre, trascendió.
En ese marco, el Presidente pretende posicionarse desde el 11 de diciembre como jefe de la oposición, pero esa situación genera resistencias en algunos dirigentes del frente que buscan que el espacio sea más «horizontal» luego del traspié electoral.