El resultado de las PASO encendió alarmas en el Fondo Monetario Internacional, que ya dialoga con el seguramente triunfador de las generales del 27 de octubre. Esto, junto a los incumplimientos del gobierno en materia fiscal durante agosto habrían sellado la suerte de Macri. Tanto el FMI como el Gobierno dieron señales claras que parecieron confirmar una de las grandes preocupaciones en el marco de la crisis: el desembolso de US$5.400 que debería llegar en septiembre se postergará.

Con el acuerdo stand by virtualmente roto y sin el reemplazante de Mauricio Macri formalmente definido, el temor es que la definición se patee incluso hasta después del 27 de octubre. Así, los analistas advierten que esto complicará a las ya diezmadas reservas y que podría retroalimentar la corrida, asegura hoy BAE.

Primero, fue el turno de Gerry Rice, vocero del FMI, que en conferencia de prensa afirmó: «Puedo confirmar que el ministro (Hernán) Lacunza y su equipo visitarán Washington los últimos días de septiembre para continuar con las discusiones sobre el programa». Y adelantó que la quinta revisión del stand by, necesaria para la aprobación del envío, será parte de la negociación. Y el proceso es extenso: luego de que viaje al país la misión que auditará las cuentas públicas, habrá que esperar la elevación del informe y algunas semanas más hasta que el directorio del organismo se expida.

Más tarde, el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, fue el primer funcionario en reconocer que el giro podría posponerse. Consultado sobre las chances de que llegue luego de los comicios, dijo que «los desembolsos no son rígidos en términos de una fecha concreta» y que «puede o no ser en octubre».

Del acuerdo original, ya no queda nada: en agosto se incumplió la meta de emisión 0% y todo indica que no se cumplirá el equilibrio fiscal, y el dinero que llegó, previsto para garantizar el pago de la deuda con privados, terminó yendo a financiar la fuga de capitales y el Gobierno anunció un default de las Letes y Lecap. «Hasta que no haya un nuevo presidente electo, el FMI no lo va a enviar», sostuvo el analista financiero Christian Buteler al diario económico. Y advirtió que el impacto «puede ser importante si seguimos viendo bajas de las reservas, que nunca dejaron de caer». «Eso va a generar más incertidumbre, que puede retroalimentrar la salida de depósitos en dólares. Y aún hay una gran cantidad de plazos fijos en pesos que, más allá de la crisis, se mantuvo bastante estable; eso es positivo pero no deja de ser una preocupación la posibilidad de que un día se despierten», agregó.

Desde el estallido de la corrida, las arcas del BCRA perdieron US$16.165 millones y esa sangría llevó al Gobierno a defaultear la deuda de corto plazo y reinstalar el cepo ante la falta de dólares. Al respecto, la expresidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, dijo ayer, en FM La Patriada que «si no llega el desembolso, se deberían aumentar los controles cambiarios».

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