A partir de este lunes muchos chicos se quedarán sin comer en varias escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, tras la decisión de modificar las políticas alimentarias en comedores escolares por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Desde el sector educativo vienen denunciando el discriminador sistema de becas alimentarias, que dejará a muchos chicos afuera del área de comedor, mientras que a otros no.

A fines del año pasado el gobierno porteño modificó la gestión de las becas de comedor, por un complicado y engañoso proceso de inscripción online que hoy deja afuera a muchos.

Dichas becas se tramitarían en los CGP cercanos, pero para ello había que completar un engorroso formulario online, que dificultaba el acceso a muchas familias que no tenían acceso a Internet, que no entendían de estos sistemas o, peor, no había siquiera turnos para atenderlos.

Según Diario Z, el viernes, un anticipatorio comunicado del Ministerio de Educación, fechado 1 de abril (sic), informó a las “queridas familias” que quienes no hubieran solicitado la beca deberían pagar la comida diariamente al concesionario: $110. O retirar a los chicos del colegio.

La comunidad educativa, sindical y las cooperadoras denunciaron este ajuste, que comenzó con la quita del pan en los almuerzos bajo la excusa de «disminuir los hidratos de carbono» de la dieta escolar.

Pero la comida nunca mejoró. Sino que por el contrario, el pastel de papa se convirtió en puré con lentejas, las raciones se achicaron y muchas frutas y verduras llegan en estado de descomposición.

Después inventaron un censo a contramano para reducir las raciones que recibían las escuelas de media jornada y evitar que las sobrantes se compartieran con los alumnos de la secundaria que no tienen con qué comprar un tentempié en las actividades a contraturno, como denunció el Mariano Acosta, tal como expresan en el medio. 

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