La espada de Cambiemos, Elisa Carrió se metió de lleno este martes en la interna de la Corte Suprema de Justicia y le pidió al presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz que no renuncie porque, «la democracia depende de su permanencia».
Luego que el expresidente de los cortesanos, Ricardo Lorenzetti, con las firmas de Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti le quitaron este martes el control del Centro de Información Judicial (CIJ), Carrió volvió a la carga contra su archienemigo.
De acuerdo con Carrió «al no poder hacerle un golpe de estado al presidente de la República, Lorenzetti le hace un golpe de estado al presidente de la Corte». Así lo aseguró a través de su cuenta en Twitter y siguió: «Vamos a denunciar esto en el marco de la OEA y en la justicia argentina».
Apenas asumió, Rosenkrantz había hecho lo propio al desplazaa a María Bourdin, mano derecha de Lorenzetti de la conducción del CIJ. Ahora el ex presidente de la Corte recuperó el control y puso al frente de ese órgano a Pablo Méndez, un funcionario de extrema confianza de Bourdin.
Rosenkrantz volvió a quedar solo hoy frente al voto de sus otros cuatro colegas que decretaron la inconstitucionalidad en un fallo que era muy esperado y que golpeó de lleno los intereses del gobierno de Mauricio Macri y sus planes de ajuste.