La debacle económica y social que se vive en Argentina pone entre signos de interrogación la estrategia electoral de cara al año próximo. En este escenario, la gran interrogante se ciñe sobre el desdoblamiento o no de las elecciones en la provincia de Buenos Aires.

“Será una campaña difícil, áspera”, reconoce la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal delante de su equipo más cercano e insiste, para despejar cualquier duda, que no tiene su propia grieta ni con el Presidente ni con el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña.

“No quiero ser gobernadora de Cristina, quiero ser gobernadora de Mauricio”, repitió varias veces esta semana, dejando claro que “voy a hacer lo que sea funcional a la reelección presidencial de Macri».

Por eso, la gobernadora dice que “hay que esperar” sobre el posible adelanto o no de los comicios y asegura estar en eso en línea con Marcos Peña. Y con Horacio Rodríguez Larreta, su amigo y compañero de carrera política desde sus comienzos en acción social.

La decisión no está tomada, y en buena parte dependerá de la expresidenta Cristina Kirchner para que Vidal defina el calendario electoral de 2019 en la provincia de Buenos Aires, «todavía hay tiempo para analizar» dice y allí, se tomará la definición al respecto. En esa mesa decisoria estarán Macri, Peña, Vidal (junto a su jefe de Gabinete Federico Salvai) y Larreta, junto a su vicejefe Diego Santilli, explica hoy Clarín.

“En marzo de este año ya se hablaba de pensar en 2023, en septiembre algunos planteaban hasta una Asamblea Legislativa y ahora, volvemos a hablar de la posibilidad de reelección del Presidente, no hay que apurarse”, insiste Vidal en línea con Peña y pide esperar hasta después de las vacaciones.

Sí tuvo rebote en esos actores de Cambiemos la reunión de Cristina Kirchner con intendentes donde la ex Presidenta rechazó la idea de desdoblar comicios en la Provincia: “No le gusta la idea a Cristina, mirá vos…”, le dijo a la gobernadora uno de sus principales asesores.

Luego de las vacaciones de verano, que María Eugenia Vidal pasará en Mar del Plata, volverá a recorrer la provincia en busca del apoyo de los bonaerenses y a la espera que llegue algún tipo de recuperación económica  en el Conurbano, que es donde se librará la batalla política mayor entre el macrismo y el cristinismo.

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