El jefe del bloque de senadores del oficialista Cambiemos, Luis Naidenoff, sostuvo hoy que «no es necesario el desafuero» de su colega radical Juan Carlos Marino, acusado de abuso sexual por una empleada, ya que «desde que se modificó la ley de fueros» está «garantizada» la posibilidad de que la Justicia avance con la investigación del caso.

El radical no se manejó del mismo modo cuando se trató el desafuero de Cristina. Sucede que el 15 de noviembre pasado, el oficialismo pidió una sesión especial en el Senado para tratar el desafuero de Cristina Kirchner (FPV-Buenos Aires) pedido por el juez federal Claudio Bonadio en diciembre del año pasado, por la causa en la que investiga el encubrimiento del atentado a la AMIA.

La nota elevada a la presidencia de la Cámara alta lleva la firma de cinco senadores, encabezados por el jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff (UCR-Formosa).

La otra cara de la historia.

Ahora con su correligionario utiliza otra vara y no acciona del mismo modo. No obstante, aclaró que si Marino llegara a pedir que se vote su desafuero en la sesión del próximo miércoles lo haría «como gesto político» luego de ser acusado por la empleada Claudia Guebel, que el miércoles pasado se presentó ante el fiscal Carlos Stornelli para afirmar que había sido manoseada por el legislador en su despacho.

Marino, que mantiene silencio y es vicepresidente del Senado, estaría dispuesto a pedir que se vote su desafuero, contó el presidente provisional de esa cámara, Federico Pinedo, tras una conversación con el legislador radical por la provincia de La Pampa.

Naidenoff declaró hoy a radio La Red que «para investigar, allanar o lograr la declaración de un legislador no es necesario el desafuero».

«Si el senador llega a ese extremo lo hace como gesto político» ya que «de arranque al tener una condena social anticipada, lo que le queda son gestos de estas características», agregó.

«Desde que se modificó la ley de fueros, después del caso de Eduardo Angeloz, la investigación judicial está garantizada», afirmó

El jefe del bloque oficialista en el Senado comentó que habló con Marino el sábado pasado y lo notó «destruido», debido a que «tiene familia e hijos».

Dijo que si bien le causó «sorpresa» la denuncia contra Marino, el Senado «tiene que tener una muestra muy contundente» de que «no está bajo una defensa corporativa», pero también «establecer un criterio básico de agilidad de la investigación judicial para llegar a la verdad cuanto antes».

Si bien en el caso de la expresidenta, el pedido de Bonadio fue en otra circunstancia y los delitos que se le imputan nada tiene que ver con la situación de Marino, políticamente las acciones cuestionables se miden de distinta manera cuando se trata de un propio. El doble estándar, como se llama habitualmente a este tipo de manejos políticos.

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