La embestida de la espada de Cambiemos, Elisa Carrió sobre el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, sumó un nuevo capítulo este jueves cuando el funcionario le presentó su renuncia al Presidente. Sin embargo, Mauricio Macri emitió un gesto de respaldo al negarle la dimisión.
“Nunca es bueno para un país que un ex presidente esté detenido o se pida su detención. Por el hecho en sí y porque en principio uno tendería a pensar que no debería haber sospecha de que esta persona se fugue o entorpezca el accionar de la justicia», había declarado el ministro, tras lo cual estalló la líder de la Coalición Cívica.
Lilita que tiene por costumbre marcarle la cancha a su gobierno, habló de «discriminación y machismo aberrante» por las críticas que recibió y pidió juicio político para Garavano.
Como si fuera poco, relacionó la absolución del ex presidente Carlos Menem en la causa por tráfico de Armas a Ecuador y Croacia con las declaraciones del ministro. Desde su explosiva cuenta de tuiter, denunció: “Ahora entiendo mi proscripción en la Comisión Bicameral de seguimiento del Ministerio Público de la Nación y los dichos de Garavano”.
En medio del escándalo, el titular de Justicia fue a Casa Rosada y le ofreció al jefe de Estado dar un paso al costado para aquietar las aguas, pero se lo rechazaron. A Mauricio Macri no le gusta que le renuncien -dicen- es de los que echan.