El Secretario de Agroindustria está en el ojo de la tormenta y envuelto en un problema judicial y político. Lo acusan de no haber cerrado a tiempo el registro donde los exportadores de granos hacen su declaración jurada antes de exportar, lo que permitió que estos sectores se alcen con una fortuna, antes que se impusieran las nuevas retenciones.
Muchos productores se anticiparon a declarar las exportaciones, sin haberlas hecho todavía, por 8 millones de toneladas, más de 2.000 millones de dólares. El gobierno dejaría de percibir 200 millones de dólares.
El registro recién se cerró el viernes (alrededor de las 14:00), antes del lunes en que se lanzaron las medidas económicas. Pero estuvo abierto todos los días previos (miércoles, jueves) cuando ya era previsible que sucedería lo que ocurrió.