La caída del poder adquisitivo del salario y la inflación galopante están horadando de manera superlativa el poder adquisitivo de los argentinos. Ya no alcanza con dos sueldos mínimos para salir de la pobreza y la situación empeora a medida que avanza el año.

En julio del año pasado, una familia tipo necesitó $15.025 para no ser pobre. considerando que ambos jefes de hogar percibían un haber mínimo, tenían ingresos por $17.720, superando la línea de pobreza por casi $2.700.

En el mismo mes de este año, la situación se dio vuelta. Los dos sueldos que ingresaron a esa familia no alcanzaron para cubrir los costos de la canasta básica total. Si se consideran dos haberes menos el ingreso saltó a 20 mil pesos, pero ahora la canasta ascendió a $20.134.

Según el portal A24, hace un año, superar la línea de pobreza individual requería 110 horas de trabajo pagadas según los valores del salario mínimo, reglamentados por ley. Un año más tarde, en julio de 2018, hizo falta trabajar 131 horas para no ser pobre. Son 20 horas extra de trabajo por mes.

Para la indigencia también se dio este aumento: antes, hacía falta trabajar 45 horas mientras que, por el aumento de los precios de alimentos, ahora hay que trabajar 56 horas para no pasar hambre.

Más allá de los resultados, el salario mínimo seguirá perdiendo con la inflación por lo que queda del año. El próximo aumento es en septiembre, cuando pasará a $10.700, y habrá otro en diciembre, a $11.300.

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