La joven llamada Liz llegó a un hospital bonaerense con un cuadro grave de septicemia post aborto. Los médicos debieron extraerle el útero y quedó internada en terapia intensiva, anoche había sido trasladada a otro hospital donde finalmente falleció.
A menos de una semana del rechazo en la Cámara de Senadores del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el negocio de los abortos clandestinos se cobró una nueva vida, Liz tenía 24 años y 2 hijos.
Los colectivos de Mujeres, Periodistas, Actrices, organizaciones sociales y dirigentes políticos participarán esta tarde a partir de las 18hs de una movilización a la casa de la Provincia de Buenos Aires (Callao 237).
“El aborto clandestino que defendieron los senadores se cobra una nueva vida”, indicó la diputada Romina Del Plá y agregó que “las muertes de mujeres y niñas por abortos inseguros son un crimen de Estado. Tienen responsables con nombre y apellido: las Iglesias católicas y evangelistas que operaron hasta el final contra el derecho de las mujeres a decidir y los senadores de todos los bloques políticos que han decidido perpetuar los abortos clandestinos. Los que niegan el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo son los mismos quenos niegan la educación sexual, el acceso a la anticoncepción, y nos someten a una vida plagada de violencias y atropellos”.
“Liz se suma a la desgarradora lista de víctimas del aborto clandestino que, como ocurre en todo el país, se cobra la vida de mujeres jóvenes, trabajadoras y pobres en la Provincia de Buenos Aires. La gobernadora Vidal, que festejó que el aborto siga siendo ilegal, es responsable y es la cabeza de un gobierno provincial con más egresos hospitalarios por embarazos terminados en abortos en hospitales públicos del país, unas 5.959 mujeres” denunció la diputada.
Por su parte, Vanina Biasi concluyó: “Las organizaciones del movimiento de mujeres ya estamos organizando acciones para reclamar Justicia por Liz. El enorme movimiento de lucha que se puso en pie por el derecho al aborto legal y reclama la inmediata separación de la Iglesia del Estado debe continuar su movilización y su lucha, ahora más que nunca. No vamos a cesar en la lucha terminar con el flagelo del oscurantismo y la opresión a la mujer que se expresan de manera concentrada y criminal en la continuidad del aborto clandestino”.