En el marco de la feroz crisis social y económica que azota a los argentinos, el día del Patrono se configura en un ícono de los padecimientos que atraviesa la sociedad en su conjunto. Por esto, «San Cayetano ayudá a la Argentina a caminar para ser un pueblo santo», es el lema que imperaba en una de las reuniones con más tradición en la grey católica nacional.
Sucede que la falta de trabajo, el aumento exponencial de precios producto de la imparable inflación y los tarifados, ponen en jaque a la sociedad y a la Fe como única salvaguarda contra los embates del gobierno nacional.
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El santuario de Cuzco 150, en el oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, permanecía abierto desde el primer munto de la madrugada y las misas van a arrancar desde las 11:00, para celebrarse cada dos horas.
La primera misa será la central, ofrecida por el cardenal Mario Poli.
En tanto, sacerdotes ofrecían a los peregrinos servicios de bendiciones u confesiones dentro y fuera del santuario, y los servidores ofrecían mate cocida en forma gratuita.
