Claudia Montesino, autora de la carta abierta que se viralizó en las redes y llegó a los medios de comunicación, donde le relató a la María Eugenia Vidal, su historia de vida, tras las deleznables afirmaciones de la gobernadora sobre la concurrencia de personas humildes a la Universidad, dialogó con Andrea Recúpero en La vuelta Completa – SOMOS RADIO, AM530 y relató en primera persona lo que sintió al enterarse cómo piensa la espada de Cambiemos.

Según se definió, Claudia es hija de Haydée Montesino, mamá de Micaela y Martina, narradora oral y militante incansable desde la palabra, hasta encontrar a todos los nietos apropiados por la dictadura cívica-militar-eclesiástica. Postinieta de Delia Giovanola, cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. Cocinera en aprendizaje permanente, pero por sobre todas las cosas villera, docente en la UNLP y la UNDAV y con memoria.

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«Cuando me dijeron lo que comentó Vidal se me vino toda mi vida a mi cabeza, sentí que no tenían derecho y escribí el texto del audio que trascendió. Luego me pidieron que lo grabe y lo mande por Whatsapp. Nunca pensé que le podía poner voz a la vida de tantas personas», contó Claudia.

«Mi historia es similar a la de cualquiera que transitó el momento en el que el acceso a la educación pública era frecuente».

Según recordó, «en aquellos momentos teníamos la posibilidad de ser dueños de nuestros destinos porque el Estado estaba presente».

«Uno fue resistiendo, ingresé a la universidad en el año 85. Había un esfuerzo muy grande por parte de cada uno», dijo.

Al referirse a su familia, Montesino explicó que «Mi vieja pudo romper el estigma de ser madre soltera, sin laburo y que andaba limpiando casas. Sabíamos que si trabajábamos teníamos la posibilidad de acceder a algo».

Consultada sobre el contenido de la misiva que recorrió las redes durante la pasada semana, la autora detalló que «simplemente conté como fue mi vida, y no la sentí como una vida dura, era algo común. No sentí penurias, al contrario, mi infancia fue muy feliz. Mi vieja me dio todo lo que ella creyó que era importante».

«Mi madre no tuvo acceso a la educación formal, pero comprendió la vida desde otra educación», relató y prosiguió, «en un momento que ni siquiera se hablaba de gestión cultural, mi vieja me hablaba de inversión».

Finalmente, y como muestra de su don de persona, Montesino dijo que «No tengo palabras irrespetuosas para Vidal, pero no puedo dejarle pasar que piense que las personas que vivimos en espacios de pobreza no podemos acceder a nada».

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