La CGT realizó su acto del 1º de Mayo en la sede de la calle Azopardo con la presencia de la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff. En nombre de la conducción habló uno de los integrantes del triunvirato, Héctor Daer, quien rechazó los proyectos parciales de reforma laboral que acaba de enviar el Poder Ejecutivo al Congreso.

«En estos días nos desayunamos con un proyecto que quiere volver a bajar las indemnizaciones y otro que quiere hacer desaparecer las indemnizaciones, como si eso fuera el problema de la inversión en la Argentina», afirmó Daer.

«Hoy se cierran las Pymes porque no se pueden pagar ni la luz ni el gas», agregó Daer. También advirtió sobre una eventual concreción del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea: «Van a traer los productos terminados y la región solo va a entregar alimentos y materia prima básica».

Ante la presencia de Dilma, el dirigente cegetista hizo referencia también a la situación de Brasil: «No solo somos solidarios, sino que venimos a comprometernos en acompañar el proceso para que el compañero Lula sea liberado y no sea proscripto en las elecciones que seguramente va a ganar en la república hermana de Brasil».

Daer se dirigió directamente a la ex presidenta del país hermano: «No tenemos duda, ninguno de los argentinos, que tu destitución tuvo que ver con los cambios posteriores». Y añadió, categórigo: «No tenemos dudas de que Lula va a ganar las elecciones».

Dilma también hizo uso de la palabra. Tras agradecer la invitación a participar del acto, expresó que «Lula estaría muy feliz de poder estar en Argentina» en este día. «Brasil sufrió un golpe, porque derrotamos la agenda neoliberal», sostuvo la ex presidenta derrocada hace dos años por un golpe institucional.

En referencia a los 14 años de gobierno del PT, señaló: «Loss que crecieron más fueron los pobres, no fue que los demás no crecieron, pero los que más ganaron fueron los trabajadores y los pobres».

Por último, de cara al desafío electoral de este año, sentenció: «El PT es el partido con mayor aprobación de Brasil». En cuanto a los posible rivales electorales, puntualizó que «no hay ninguno con más del 5% de intención de voto».

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