Aunque desde el gobierno busquen instalar que la argentina crece sostenidamente hace 9 meses, lo cierto es que a muy pocos les llega ese crecimiento invisible del que habló el presidente en la inauguración de las sesiones ordinarias el 1 de marzo.
El fantasma del 2001 todavía acecha y quienes ven cada vez más afectada su economía por el ajuste y los despidos que devienen de la reinstauración de una política económica de corte neoliberal, deben volver a recurrir a vetustos métodos de intercambio que permitan paliar la crisis y acceder a bienes básicos para alimentarse y vestirse, lo mínimo que necesita una persona para vivir con cierta dignidad.
En ese marco, La Matanza, uno de los centros urbanos y fabriles más populosos de la provincia de Buenos Aires, que comanda la gobernadora María Eugenia Vidal volvió a instalar un mega mercado del trueque, un recuerdo de los peores días de la Argentina que nadie esperaba volver a ver pero que hoy volvieron a ser una realidad.
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