por @gabrieleiriz

El senador Miguel Ángel Pichetto sigue haciendo de las suyas. Ahora, ideó un nuevo espacio peronista -como si la fragmentación fuera poca- para, según dijeron, enfrentar a Cambiemos en 2019.

Sin embargo, lo que se vio en la cumbre que organizaron los senadores y diputados nacionales de los interbloques Argentina Federal y el Frente Renovador en Gualeguaychú, parece más un espacio funcional al gobierno macrista y con una clara intención de ponerle al kirchnerismo más piedras en el camino de cara a la propuesta que se conformó en el encuentro de la militancia en La Pedrera, San Luis bajo el lema»hay 2019″. El nuevo espacio peronista tiene el aval de los gobernadores justicialistas.

Al finalizar la reunión, que no contó con la presencia de los jefes provinciales, este espacio opositor, que tiene como mayor referente al jefe del bloque Justicialista del Senado, Miguel Angel Pichetto, presentó un documento titulado «Encuentro para una mejor Argentina», en el que se diferencian del sector que lidera la ex presidenta Cristina Kirchner y también dice hacerlo del gobierno de Mauricio Macri y el frente Cambiemos.

«No queremos una política económica autoritaria porque ya fracasó, pero tampoco un modelo que deje que el mercado defina todas las acciones del Gobierno. Creemos en la necesidad de construir un Estado presente que resuelva los problemas de los ciudadanos», sostiene el documento del peronismo dialoguista, que tiene como potenciales candidatos al gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y al ex ministro Florencio Randazzo.

Pichetto fue claro en el inicio del cónclave «aquí no hay un gimansio repleto de militancia». Es que rechazan la participación ciudadana, rechazan a los jóvenes y buscan instalarse como caciques que bajo el mote de peronistas esconden políticas neoliberales pero de corte un poco más popular.

«Representamos a una fuerza constructiva y democrática, del centro nacional, que pueda convocar a otros sectores políticos con el objetivo de consolidar un capitalismo moderno que asegure el sostenido con equidad regional y social y que vuelva a despertar esperanza en los ciudadanos».

Para dejar clara su oposición al kirchnerismo afirmaron: «No nos convence el planteo de unidad como un simple amontonamiento de dirigentes sin un proyecto común. No vamos a justificar el pasado. Privilegiamos nuestra identidad y la construcción de una propuesta moderna y democrática».

Sucede que desde los espacios que buscan conformar la unidad del peronismo supieron conquistar nuevamente -aunque en forma incipiente- el corazón de quienes creen todavía en un gobierno de corte nacional y popular, algo que este sector de corte liberal (aunque se llamen de centro nacional) no representan, ni ven en la militancia y los jóvenes, el motor para llevar adelante políticas que vuelvan a poner en escena a los trabajadores, las pymes, mujeres y jubilados y los sectores vulnerables, sino que son arietes de las corporaciones pero bajo el sello del PJ. Así lo demuestra el manifiesto que se presentó en el cónclave, en ningún párrafo se refieren a la problemática de los tarifazos, el recorte a los abuelos jubilados, ni a la gratuidad de sus remedios. Nada, ni los pibes sin vacantes en las escuelas y tampoco los discapacitados y sus pensiones recortadas.

«Nuestro objetivo es la construcción de una fuerza política que constituya una alternativa real y racional al actual modelo. Y el peronismo nuevamente va a estar a la altura del desafío. Este es el espacio que representamos y que buscamos reconstruir», concluyeron en el texto consensuado durante la primera reunión fundacional de este espacio.

Asimismo, desde el peronismo federal también coincidieron en remarcar la relevancia institucional del acuerdo, a partir del cual habrá un bloque mayoritario de peronismo y aliados en Diputados y en el Senado, con capacidad de ponerle límites al Gobierno.

En una conferencia de prensa, Pichetto consideró: «El concepto de la unidad del peronismo no es algo que hoy nos atraiga o nos seduzca. Lo importante es comenzar un debate y una reconstrucción política que pueda plantear a la sociedad la esperanza, una alternativa y un recambio de dirigentes».

Tras plantear que este espacio peronista dialoguista «es la verdadera oposición», la presidenta del bloque de diputados del Frente Renovador, Graciela Camaño, aseguró que además que este espacio está «avanzando en la coordinación parlamentaria para atender los problemas reales de las personas de carne y hueso que son muchos».

A su turno, el senador salteño Rodolfo Urtubey manifestó: «Este es un espacio amplio de muchos dirigentes peronistas que contribuimos en forma decisiva a la gobernabilidad de la Argentina y lo vamos a seguir haciendo, pero hoy la gobernabilidad requiere la existencia de una alternativa de gobierno que mire hacia el futuro y no hacia el pasado para garantizar la consolidación del sistema democrático».

Antes del inicio del encuentro, el titular del interbloque Argentina Federal en Diputados, Pablo Kosiner, dialogó con la prensa y planteó que otro de los desafíos de este espacio «es volver a dialogar con sectores que no coinciden con lo que hizo el gobierno anterior y se enojaron con el peronismo», tal como ocurrió con el campo luego del conflicto por la resolución 125, en 2008.

Junto a Pichetto y Urtubey estuvieron los senadores Pedro Guastavino y Kunath (Entre Ríos), Carlos Caserio (Córdoba), Camau Espínola (Corrientes), Julio César Catalán Magni y José Anatolio Ojeda (Tierra del Fuego), Luenzo (Chubut) y Guillermo Snopek (Jujuy).
Los diputados de Argentina Federal que estuvieron presentes fueron Kosiner, Diego Bossio, Martín Llaryora, Juan José Bahillo, Mayda Cresto y los massistas Camaño, Marco Lavagna, José Ignacio De Mendiguren y Daniel Arroyo, mientras que por parte del randazzismo fue la dirigente Florencia Casamiquela.

print