Por Alquitrán Pochensky

En este caso el centro cultural y barrial ”La Bonavena” de Parque Patricios, intenta refrescarle a los dirigentes gremiales y políticos que no será fácil traicionar al pueblo trabajador.

Teniendo como referencia al histórico y reconocido líder sindical cervecero y Secretario General de la CGT, Saúl Ubaldini, “los muchachos peronistas” se han volcado a la calle a reclamar por los derechos laborales , recordándole a quienes deben defenderlos que están siendo atentamente observados.

No está tan lejos aquella convocatoria y marcha del 7 de marzo del 2017, donde ante más de 500 mil trabajadores, el triunviro de la CGT, integrado por Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, no se animó a ponerle fecha a un paro nacional y debieron huir del escenario por el malestar que generaron entre los diversos grupos sindicales que participaron del acto.

En ese momento ya se habían disparado los despidos de trabajadores y allí el pleno de la CGT, mostró más preocupación por el rechazo al techo de la discusión salarial paritaria que a los despidos en sí mismos.

Hoy con la reforma en las puertas del Congreso Nacional, se sumarán a estos dirigentes sindicales, los responsables políticos de evitar volver a la década del 90 y a la crisis del 2001 que terminó con el corralito de Cavallo, la muerte de 39 personas asesinadas y la caída del gobierno de La Alianza.

Durante esa gestión se concretó la reforma laboral llamada “Banelco” que sólo sirvió para flexibilizar el empleo sin crear un solo puesto de trabajo.

Por este breve pero lamentable repaso de la historia reciente y en referencia a la frase del General Perón, sería importante que quienes dicen representar a los trabajadores tengan memoria.

“Bienaventurados los adictos a emociones fuertes , porque corren buenos tiempos para la gente marchosa” dice Joan Manuel Serrat en una de sus más grandes éxitos donde además explica con claridad que Dios echó al hombre del Edén por confundir “lo que está bien con lo que le conviene”.

Atentos entonces muchachos de la CGT a no confundirse porque detrás de sus decisiones estamos todos y esta vez no debería ser gratuito volver a “equivocarse”…

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