Jorge Solá, vocero de la CGT

«Es de manual político sentir que puede tomar un tipo de represalia», sostuvo el vocero de la central, Jorge Sola, sobre el apartamiento de Ezequiel Sabor y Luis Scervino de la Vicejefatura del Ministerio de Trabajo y la Superintendencia de Servicios de Salud, respectivamente, después de la marcha sindical de este martes.

En tanto, el propio Scervino reveló que el argumento del ministro de Salud, Jorge Lemus, para pedirle la renuncia fue que hubo «cierta incomodidad de un sector del Gobierno con la marcha de la CGT», por lo que consideró «un poco incomprensible» esa solicitud.

«Hace 15 meses que asumí y mi rol es técnico, yo no soy ni dirigente político ni sindical, tengo 40 años de médico y la mitad de mi carrera me dediqué al estudio de la seguridad social,«, expresó Scervino, quien negó ser «militante sindical».

Para Sola, en tanto, Macri «quiere dar una muestra de que puede disciplinar a través de esto: lo que criticó de la ex presidenta» Cristina Fernández «lo pone en marcha ahora», subrayó.

Además, aclaró que Scervino «no es alguien que milite gremialmente» sino que «tiene buen diálogo, y lo ha tenido, con nosotros, y es el que le ha permitido a Macri obtener 8 mil millones de las obras sociales para poner en marcha su plan nacional de salud».

Por su parte, el jefe de los empleados judiciales, Julio Piumato, sostuvo que al Gobierno «le importa un bledo lo que ganan los jubilados y los trabajadores» y consideró que «cambia el eje» del reclamo de la marcha a la Plaza de Mayo con el desplazamiento de los dos funcionarios.

«Nosotros no le pedimos que eche a nadie, le pedimos que le dé respuesta a los trabajadores, jubilados y a los que se están quedando sin trabajo», afirmó Piumato.

Desde Cambiemos, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, aseguró que el apartamiento de Sabor y Scervino responde más un «alineamiento de equipo interno» que un gesto «para afuera».

«La característica de Macri siempre fue de gestos potentes pero alineados más a la gestión que hacia afuera», remarcó.

En la misma línea, pero desde el sindicalismo, el secretario de Interior de la CGT, Francisco Gutiérrez, afirmó que la central «no» tomó como un «mensaje» la decisión de Macri, además de opinar que los gremios deben «tomar nota de las decisiones populares y del voto de la gente» en las PASO antes de definir un paro general.

«Lo quieren hacer aparecer como un enojo del Presidente, pero para nada sentimos que son funcionarios nuestros. A lo mejor pensó que no cumplieron bien sus funciones y es una decisión de él, no tenemos nada que opinar», cerró.

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