En medio de la avanzada del gobierno de Cambiemos para instalar, luego de las elecciones, una reforma laboral similar a la impulsada por Michel Temer en Brasil, el candidato a senador por la provincia de Buenos Aires del oficialismo Esteban Bullrich les propuso a los miles de despedidos bonaerenses que impulsen sus “propios proyectos”, como los microemprendimientos de cervecerías artesanales. Hace algunas semanas había sugerido a los estudiantes dedicarse a “una profesión nueva: piloto de drones. Parece una tontería, pero faltan pilotos de drone en la Argentina”, había dicho, aún como ministro de Educación.
Desde la Cámara de la Cerveza, la respuesta no tardo en llegar: “El tipo que se queda sin trabajo necesita un ingreso ahora. Lo que dijo Bullrich fue de ignorante. Es una fuente laboral, pero si se quiere vivir de la cerveza se requiere tiempo, no es una salida inmediata”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Productores de Cerveza Artesanal, Aníbal Loggia.
“Muchos lo ven como una salida fácil, porque cocinar cerveza es sencillo. Pero no hay que olvidarse que esto está destinado al consumo humano y se deben respetar estándares básicos a la hora de la preparación”, agregó.
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