A pesar de haber sido abandonadas por el sindicato, por el Ministerio de Trabajo y reprimidos por las fuerzas de inseguridad, los trabajadores de Pepsico tampoco podrán contar con la CGT.

Es que la Confederación General del Trabajo decidió fijar una fecha de movilización para el 22 de agosto, más de un mes y medio después de lo ocurrido ayer.

Como si tuvieran el permiso del Gobierno, la cúpula de la CGT afirmó que emitirán un documento con críticas al macrismo. Después realizarán «el 28 de julio se va a convocar a un plenario nacional en un microestadio deportivo para reunir a toda la militancia, y dar a consideración los alcances de este documento que será presentado en la Casa Rosada y en ese lugar hacer el anuncio de una movilización de protesta para el 22 de agosto».

Así fue la reacción de quienes supuestamente deben defender a los trabajadores ante situaciones como las de ayer. Lo que quedó claro es de qué lado se posiciona la CGT en los conflictos vividos ayer.


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