La concentración arrancó a las 17, en repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia que aplicó el beneficio a un represor condenado por delitos de lesa humanidad y ante la embestida contra los Derechos Humanos quirúrgicamente coordinada y planificada. Cada pieza en el tablero tuvo su función y se ejecutó a la perfección. El fallo del máximo tribunal fue el golpe final que puso luz sobre la tenebrosa oscuridad que teñía este maquiavélico plan para «reconciliar» a la sociedad. Sin embargo el rechazo fue tan masivo que no quedó otro remedio que dar marcha atrás -otra vez- con esta iniciativa condenada al fracaso desde el minuto uno.
La madre de Plaza de Mayo, Taty Almeida, reclamó esta noche «nunca más» a la «impunidad», los «privilegios para los criminales de lesa humanidad», al tiempo que llamó a «recordar» a los jueces que beneficiaron con el 2 x 1 al «genocida Luis Muiña».
«No queremos convivir con los asesinos mas sangrientos de la historia argentina», afirmó durante el acto en Plaza de Mayo Taty Almeida, tras lo cual señaló que el fallo de la Corte «abrió al puerta a la impunidad».
«Los responsables de esta decisión hay que recordarlos. Fue tomada por los jueces Juan Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco», lanzó, lo que provocó silbatinas e insultos generalizados de los presentes en la marcha.
En tanto la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, advirtió que «hasta hace una semana era indiscutido» que el beneficio del 2×1 «no regía para los crímenes de la dictadura» y recordó que «los delitos de lesa humanidad no prescriben, no son amnistiables».
«La Corte Suprema pretende soltar al Tigre Acosta, a Alfredo Astiz, a Miguel Etchecolatz y al capellán Christian Von Wernich», sostuvo Cortiñas al leer el documento consensuado por las distintas organizaciones.
«Pretenden dar libertad a cientos de genocidas más que caminarían al lado nuestro, al lado de todos ustedes».
Por su parte, la titular de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Carlotto, resaltó que «afortunadamente la sociedad ha reaccionado con firmeza» ante el fallo de la Corte Suprema y destacó la ley aprobada por el Congreso Nacional.
«Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación de la ley del dos por uno a genocidas y represores» y «esto nos llena de gratitud», afirmó Carlotto, quien reclamó: «Necesitamos que cada uno de los representantes de los poderes del Estado realicen las acciones pertinentes para dar vuelta este fallo».
Además exigió «que la corporación judicial nos escuche porque no claudicaremos» porque «acá está el pueblo» y «lamentablemente al dictadura no es un hecho de un pasado lejano».
Antes de comenzar el acto central integrantes de la CTA de Hugo Yasky y otras agrupaciones repartieron pañuelos blancos que los asistentes se colocaron en el cuello, frente a la consigna que en determinado momento del acto desde el escenario se pidió a todos los manifestantes que se coloquen el pañuelo en la cabeza.
En el palco la consigna gigante lee: «Señores jueces nunca más, ni un solo genocida suelto».
De la marcha participaron: la CTEP, Barrios de Pies, MTE, UPCN, ATE, SADOP, la CTA y APYME, entre otras organizaciones sociales, sindicales y políticas.
También encabezó una columna la organización La Chilinga con redoblantes, bombos y tambores.