El veredicto de tres de los jueces de la Corte Suprema sembró escozor en los últimos días en la sociedad, al sumar a la ya eliminada legislación de reducción de penas nada menos que a los condenados por causas de lesa humanidad a partir de aplicarles la ley penal más benigna. A medida que se van conociendo los nombres de personajes nefastos que podrían beneficiarse con esta decisión del máximo tribunal, el escozor se convierte en espanto.
Según un primer informe elaborado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, unos 278 represores podrían quedar en libertad si se les aplicara el beneficio del 2×1 en sus respectivas causas.
Alfredo Astiz, Jorge Eduardo «el Tigre» Acosta y Miguel Etchecolatz son algunos de los nefastos protagonistas de la última dictadura cívica militar que integran la lista en la que, incluso, aparece Luciano Benjamín Menéndez, el jefe militar que actuó en Córdoba.
En la nómina de la Procuraduría se menciona, además, a los militares Reynaldo Benito Bignone, Santiago Omar Riveros, Luis Abelardo Patti, Héctor Luis Rios Ereñu, Antonio Pernías, Musa Azar, Leopoldo Cao, Miguel Ángel Almirón, Omar Aguilera, Herminio Zárate, Ignacio Anibal Verdura y Horacio Domingo Marengo; entre otros.
En un tramo de su voto, reprochable desde todo punto de vista, el juez Horacio Rosatti, incorporado por el macrismo al máximo tribunal, señaló que su postura no «conlleva ignorar que el régimen durante el cual se perpetraron los ilícitos probados en esta causa descendió a niveles de inhumanidad nunca vistos en nuestro país», pero a la vez planteó que este rasgo de los «crímenes exige del Estado de Derecho la necesaria imparcialidad en la aplicación de las leyes referidas a su juzgamiento pues, de lo contrario, se correría el riesgo de recorrer el mismo camino de declive moral que se transitó en el pasado».