Elisa Carrió
Yo la peor de todas - Elisa Carrió, eterna legisladora que descansa en la comodidad del Congreso

Por Alquitrán Pochensky

¿Alguien en su sano juicio puede creerle a Lilita Carrió cuando dice que en la provincia de Buenos aires, «la gobernadora Vidal no me quiere»?.

Si algo no es Carrió es ingenua y si algo a favor tiene es que es muy inteligente y juega muy bien su propio partido, «sin jugar para el equipo».

Desde hace muchos años, la diputada espiritual se las ingenió para formar parte – sin distinción de colores políticos ni ideologías- de colectivos que le garantizaran su triunfo electoral para ocupar cualquier cargo legislativo -entiéndase como el ámbito para el que está preparada- donde desarrolla, aún sin participar de las cámaras del Congreso, su propia estrategia de durabilidad en la política.

Por eso ni hablar de funciones ejecutivas, eso demanda mucho trabajo y muchos mas riesgos, que la «fiscal de la República» no quiere asumir, es más fácil descansar en la comodidad de los escaños.

Carrió aparece ahora con denuncias sobre «censura provincial» como una víctima de la política de la que ella dice renegar.

Detrás de esta supuesta persecución, hay una vuelta a su estrategia de subirse al colectivo de Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires y eso le garantiza un piso necesario de votos para llegar a su objetivo histórico que es seguir en el poder legislativo, cosa que estaría en sumo riesgo si decidiera participar en la provincia como candidata a Senadora, conociendo las mediciones de las encuestas, propias y de extraños.

Esta jugada acordada con Macri, pero diseñada por Carrió, tiene otro punto fuerte: Confrontar con Lousteau -ambos del mismo color partidario- y socios en Cambiemos, queriendo aparecer como dos fuerzas políticas antagónicas.

Esta falsa confrontación les garantizaría arrastrar los votos cautivos del PRO y por otro lado los de sectores que no ven con buenos ojos a Cambiemos y podrían votar a cualquier fuerza de la oposición. De esa manera dejarían casi sin votantes al FPV o a la coalición de Massa con Stolbizer , garantizando un buen número de diputados.


Mauricio Macri - Elisa Carrió
El último encuentro entre Mauricio Macri y Elisa Carrió en Olivos. Allí delinearon el plan para atomizar el voto en CABA.

¿Alguien le cree a Carrió cuando dice querer enfrentar a Lousteau, aduciendo tímidamente «para qué viene este muchacho?», más aún, conociendo su nivel de virulencia cuando se pone alguien entre ceja y ceja, y como ejemplo más cercano está su reciente enfrentamiento con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.

Pero esto además tiene otro trasfondo y es la parte que Macri debe ceder obligatoriamente ante la relegada UCR en el gobierno de Cambiemos, para evitar la ruptura de la alianza: con el apoyo a Lousteau, la UCR volvería a tomar protagonismo de la política nacional, donde viaja como furgón de cola y buscará colocar su propios diputados en Capital.
Un riesgo que no sabemos hasta donde está dispuesto a correr Macri.

Para saber como terminará esta estrategia electoral habrá que esperar un tiempo. Sin hacer futurología, es probable que Lilita desde su incontinencia a romper todo lo que no pueda gobernar, haga lo que vino haciendo desde hace muchos años, y que Macri reticente a perder poder, actúe como hasta ahora y terminen en un nuevo desencuentro donde perderán no sólo ellos, sino sus votantes y más aún los que no los votaron.

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