La dependencia oficial dio cuenta también que el índice de subocupación bajó al 22,8% a fines del 2016, desde el 24,7% de finales del 2015.
En tanto, el porcentaje de población asalariada registrada en la seguridad social se mantuvo en torno al 82,2%, entre los cuales, el 9,3% son monotributistas.
La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el índice de desocupación descendió al 7,6% en el cuarto trimestre de 2016, por debajo del 8,5% del tercer trimestre.
Esta merma obedeció esencialmente a que la gente disminuyó la búsqueda de empleo en ese período, en lo que se conoce como «efecto desaliento», según sostuvo el informe del Indec.
Además se conoció que el trabajo en negro en la Ciudad de Buenos Aires aumentó 4,3 puntos porcentuales en el cuarto trimestre del 2016 en forma interanual, al pasar de 21,2% al 25,5%.
Según un informe de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, en los hogares porteños el 75,5% tiene como jefe de hogar a un asalariado.
En esos hogares, en el período comparado subió del 21,2% al 25,5% la precariedad laboral o trabajo en negro, que alcanza a los trabajadores que no tienen descuentos jubilatorios ni aportes a una obra social.
El estudio confirma que también creció el número de personas que «están en condición de precariedad entre la población asalariada en general, es decir de los que no les efectúan descuentos jubilatorios y tampoco aporta por sí mismo a la Seguridad Social (27%), especialmente entre las mujeres».
Esta situación de precariedad impactó en la cobertura de sistemas de salud, porque también aumentó el número de hogares cuya cobertura depende exclusivamente del sistema público, del 18,8% al 22% de los hogares.
Para todos los integrantes de la familia aumentó del 10% al 11,2% y para al menos uno de ellos, del 9,5% al 10,8% y subió del 8,8% al 9,8%, el número los hogares con la totalidad de sus miembros con cobertura voluntaria a través de una prepaga.
