El consumo total de bebidas registró una caída de 7,9 durante 2016 contra el año anterior, mientras la producción bajó 7,6 en la misma comparación, según un informe privado. De acuerdo con este sondeo, la ingestión de bebidas sin alcohol cayó 10,5 por ciento durante el año pasado contra el anterior y el consumo de bebidas alcohólicas retrocedió 4,4, registrando el vino la baja más pronunciada con el 8,6.
En 2016, se exportó aproximadamente el 22 por ciento de la producción (el 78 del total se vendió en el mercado interno), porcentaje por debajo del promedio de los últimos diez años.
En 2016, las exportaciones de bebidas fueron de 1015 millones de dólares, con una leve baja del 1 por ciento con respecto al 2015, mientras que en cantidades, los despachos crecieron un 1,3 al totalizar 393,8 millones de litros, aunque permanecieron por debajo del promedio despachado en el último lustro.
Por su parte, las importaciones del sector totalizaron 85 millones de dólares, con una suba del 33,3% con respecto el 2015.
Los destinos de las exportaciones de la industria vitivinícola en 2016, se concentraron en los Estados Unidos (36,1 por ciento), en el Reino Unido (11,2), Canadá (8,4), Brasil (5,7), Países Bajos (4,2), México (3,3) y China (3,2), países que concentraron, conjuntamente, el 72,2 por ciento de los valores de las ventas en este período. Con respecto al origen de las importaciones del total de bebidas, la mayor cantidad provino del Reino Unido, que concentró el 22,4 del valor total, seguido por México, con el 19,1, y luego por los Estados Unidos (12,4), por Chile (10), por Brasil (7) y por Suecia (4,3).
Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores «las perspectivas para el sector de bebidas anticipan un 2017 que dará inicio a una recuperación del consumo, junto con un aumento del salario real y el sector volverá a crecer, aunque no alcanzará los niveles de consumo del trienio 2012-2014».