Esta mañana el presidente mantuvo una reunión de coordinación donde participó la mesa chica de toma de decisiones como el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la vicepresidenta Gabriela Michetti y los vicejefes de gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Fue en ese ámbito donde Macri bajó la directiva de «no negociar» a sus funcionarios más allegados. «El Presidente ratificó que el rumbo económico está cada vez más firme y nos pidió que el árbol no nos tape el bosque», reveló un funcionario -según pudo saber PDN- y ratificó que la orden es «no negociar» ninguno de los reclamos de la CGT porque, a la mirada de la Casa Rosada, «son infundados».
Tras la reunión, Peña encabezó junto al estratega electoral del gobierno Jaime Durán Barba, un cónclave con el equipo de comunicación del Gobierno nacional en el salón Sur de la Casa Rosada, donde «bajaron línea» para unificar el discurso ante -lo que el Ejecutivo insiste en considerar- «intentos de desestabilización de un grupo» y que cerca de Macri vincularon «al kirchnerismo y a sectores de izquierda».
A partir de esta directiva los ministros de Trabajo, Jorge Triaca y de Producción, Francisco Cabrera, tienen previsto reunirse entre mañana y el miércoles con representantes de los gremios del calzado, textiles, cerámicos y metalúrgicos (SMATA), sectores que forman parte de la CGT y acusaron al gobierno de permitir una «avalancha de importaciones».
Los encuentros, sostienen en la Casa Rosada, permitirán a los funcionarios demostrarles a los dirigentes sindicales, con números, que tal avalancha no existe.
«El problema no son los salarios, ni el desfasaje de paritarias de 2016, ni la inflación, sino el 40 por ciento de trabajadores en negro», dijo un funcionario tras la reunión de coordinación encabezada hoy por Macri, tras lo cual insistió en que el gobierno «no convocará a una paritaria docente nacional» como reclama la CGT y los gremios docentes, como «tampoco intervendrá de ninguna manera en paritarias privadas» ya que alegan: «seguirán siendo libres», aunque por lo bajo hablan del sector privado, ya que los estatales deberán ajustarse a las previsiones -cada vez más difíciles de alcanzar- que maneja el gobierno.
Cerca de Macri ratificaron que la denuncia lanzada el domingo pasado por el propio Presidente en un programa de televisión sobre «grupos que quieren desestabilizar, poner palos en la rueda», será la estrategia central de comunicación del Gobierno ante las inminentes medidas de fuerza, y se intentará mostrar «fuerte, en el mismo rumbo».
Mientras, Durán Barba y Marcos Peña reunieron esta tarde en el Salón Sur de la Casa Rosada al equipo de comunicación al que se sumaron el jefe de asesores del Presidente, José Torello, el filósofo oficialista Alejandro Rozitchner, el secretario General de Presidencia, Fernando De Andreis, Hernán Iglesias Illia y una decena de secretarios del área de comunicación.
De ese encuentro surgió que la base del discurso que desplegarán en los próximos meses, donde se mezclará agenda de gestión y campaña electoral, está en el libro que utilizó el macrismo en 2013 titulado: «Estamos, una invitación abierta» de editorial Planeta, con Marcos Peña y Rozitchner de compiladores y Prólogo de Mauricio Macri.
La publicación cuenta con un capítulo por cada funcionario nacional y los principales dirigentes de PRO con la consigna de lograr que «muchas personas se junten para lograr lo que parece imposible», en referencia al «cambio» que pregona el gobierno a nivel político y económico.
SIGUEN CON EL V ERSO SON MAS INUTILES DE LO desestabilizan , lo hac en SOLITOSSSSSSSSSSSSSSS