Es uno de los sectores más golpeados por las políticas económicas de corte neoliberal instauradas por el macrismo. La caída del consumo y la producción, la retracción del mercado interno junto a la apertura indiscriminada de las importaciones, ya provocó el cierre de varias pymes del rubro y muchas más están en proceso de reestructuración.
En este escenario, el secretario general de la AOT, Hugo Benítez destacó que «según un relevamiento puntual que llevó a cabo la AOT en todo el país, y en 108 empresas», que reveló que «en lo últimos años la actividad textil vio cerrar varias empresas y viene sufriendo miles de suspensiones y despidos de trabajadores».
Hugo Benitez, que ocupa el cargo de vocal en la CGT, afirmó que «sin contabilizar las reducciones de jornadas en las distintas empresas textiles y el otorgamiento de vacaciones anticipadas que fluctuaron entre 7 y 14 días, en la que se vieron involucrados más de 3.800 trabajadores».
En relación a los establecimientos fabriles que cerraron, Benítez manifestó que «son diez en total, seis en el norte del conurbano; dos en la zona noroeste; otra en la zona del oeste bonaerense y la restante en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».
El informe realizado por AOT destaca que entre las empresas que cerraron y despidieron a sus trabajadores se encuentran: Zytex, José Garraza, Broderie Suiza, Edolan, Tassutti SRL, Textil Elotex, Galitex, Vecchi Godoy, Fábrica Argentina de Etiquetas y Sedler Hermanos.
Además, Benítez precisó que «los suspendidos suman en total a la fecha 3.622, mientras que los despedidos alcanzan a 1.480 trabajadores, tomando en cuenta que tenemos un padrón de 25.000 trabajadores afiliados».
Tras enumerar que la capacidad instalada en la actividad textil «en diciembre de 2015 alcanzó el 80 por ciento según ventas efectivas», precisó que «un año después en diciembre de 2016 se redujo a 60 por ciento, desglosadas en un 40 por ciento de ventas y un 20 por ciento en stocks».
Al referirse al nivel de ocupación, Benítez sostuvo que «en diciembre de 2015 alcanzó un 100 por ciento de la mano de obra ocupada estimada en 4.300 y en diciembre de 2016 el panorama varió y tuvimos 250 trabajadores dados de baja definitiva, entre despedidos y convenios de desvinculación».
Asimismo mencionó que «de tres turnos de trabajo se bajó a dos y en varios casos a menos días trabajados por semana; fueron dadas de baja las horas extras y algunas empresas iniciaron el proceso de incorporación al programa de Recuperación Productiva (REPRO-PREBA) a través del cual el Estado hace una aporte de dinero para cumplir con los salarios que las empresas no pueden pagar en su totalidad».
Las principales causas de la crisis del sector textil son diferentes: una de ellas el comportamiento en las ventas por el traslado de costos a los precios, que significaron una baja del 50 por ciento; otro que para sostener los niveles comerciales se ofertan los productos tratando de cubrir los costos de la fabricación sin márgenes de rentabilidad y una cadena de pagos muy debilitada con plazos que superan los 120 días.
El dirigente gremial mencionó entre las causas «al incremento de los costos; al aumento de la presencia de mercadería importada; los precios del sudeste asiático y Brasil a valores de liquidación de stocks con financiamiento de bajo costo; la caída del poder adquisitivo y una demanda decreciente sostenida y a la acumulación de stocks de productos financieramente inviables».
Finalmente, Benítez expresó que «no es sólo la actividad textil la que sufre la crisis, sino que hay gran cantidad de gremios industriales que la padecen y mencionó entre otras al calzado, la metalúrgica, plástica e indumentaria».