Las empresas de tecnología, las más afectadas por el ingreso de productos importados.

El plan de “reconversión” productiva en el que viene trabajando el Gobierno desde mediados de año finalmente verá la luz mañana. Se trata del programa con el que la Rosada busca transformar a los sectores cuya existencia considera inviable en medio de un proceso de mayor apertura de la economía.

Para ello, destinará créditos a las empresas que tengan esa potencialidad, pagará cursos de capacitación para que los trabajadores puedan pasar de una compañía a otra o cambiar de tareas, y, como última alternativa, abonará parte de las indemnizaciones en los casos en donde las empresas deban cerrar por la competencia extranjera.

Según fuentes del ejecutivo consultadas por el diario BAE Negocios, la resolución conjunta entre el ministerio de Trabajo y el de Producción ya está firmada y será publicada el martes en el boletín oficial. En principio, las fábricas que tienen los días contados son las de artículos electrónicos radicadas en Tierra del Fuego, en particular las de computadoras, que a partir de marzo de 2017 podrán entrar a la Argentina sin arancel.

“Este es un plan de producción para ordenar lo que se puede reconvertir como productivo y lo que no. El ministerio de Trabajo ayudará a que se pasen los empleados de los que pierdan aptitud hacia las empresas que sí la tengan”, señalaron a este diario desde la cartera dirigida por Jorge Triaca.

Para ello, el Gobierno financiará una parte de los salarios por hasta un monto equivalente al Salario Mínimo, Vital y Móvil ($7.560).

En tanto, el titular de Producción, Francisco Cabrera, aprovechará el programa para colocar créditos de su ministerio que todavía no logró ubicar.


La resolución conjunta de los ministerios de Trabajo y de Producción ya está firmada


“El pago de las indemnizaciones está previsto cuando no quede otro remedio de reconversión laboral”, aclaran en Trabajo.

El “Programa Nacional de Transformación Productiva” fue la propuesta del Gobierno al sector privado para evitar que una mayor entrada de importaciones provoque la quiebra de los sectores más sensibles de la economía, lo que podría resentir aún más el empleo en un contexto de pérdida de puestos de trabajo como el actual.

Curiosamente, en Colombia se creó un programa que lleva el mismo nombre en el 2008. Es uno de los países de la región que, como Chile, quiere imitar el macrismo.

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