Fondo Monetario Internacional

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio hoy un fuerte respaldo al gobierno argentino y lo felicitó «por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal» aunque requirió un amplio programa de reformas, para generar inversiones.

Son las viejas recetas de ajuste y endeudamiento que llevaron a la argentina a una crisis que tomó más de una década dejar atrás.

En un comunicado emitido en Washington, el organismo señaló que un equipo de técnicos visitó dirigido por Roberto Cardarelli visitó la Argentina entre el 19 y el 29 de septiembre de 2016 para desarrollar la primera consulta del Artículo IV desde 2006.

En línea con el discurso del gobierno y que lanzó el economista Javier González Fraga, Cardarelli sostuvo que al asumir la administración Macri, «los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados, la inversión se encontraba en niveles históricamente bajos y los profundos déficits fiscales se financiaban mediante la creación de dinero lo cual generó alto niveles de inflación.

Para el organismo financiero, lo que sostenía la economía doméstica, es decir el mercado interno y la fuerte presencia del Estado Nacional, regulando y controlando la economía, eran «distorsiones microeconómicas producto de una extensa red de controles administrativos (por ejemplo, barreras comerciales, restricciones cambiarias y controles de precios) y un clima empresarial que erosionaba la competitividad y socavaba el crecimiento a mediano plazo».

El FMI remarcó que desde diciembre, «el avance logrado es importante. El tipo de cambio del peso ahora es determinado por el mercado y los controles cambiarios han sido eliminados. El aumento de las tarifas de los servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales. El acuerdo con los acreedores ha hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital, tanto para el sector público como para el privado. Se han anunciado metas fiscales y objetivos de inflación de mediano plazo, así como la adopción de un esquema moderno de metas de inflación. Por último, se está reconstruyendo la agencia estadística nacional, permitiendo la generación de datos fidedignos y de mejor calidad sobre la inflación, el comercio internacional, el mercado laboral y el producto».

Sin embargo, el FMI observó que «un plan fiscal a mediano plazo que guíe las expectativas sería valioso en el marco de esta corrección. Afianzando la gestión del gasto público, mejorando más la gobernabilidad e incrementando la eficiencia del gasto público se crearía espacio para una reducción muy necesaria de la carga tributaria, al tiempo que seguirían corrigiéndose los desequilibrios fiscales.

Por último, un crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo requerirá la implementación de un ambicioso programa de reformas del lado de la oferta. Esas reformas crearán un entorno más conducente a la inversión privada y generarán significativos dividendos a mediano plazo en forma de más y mejores puestos de trabajo, así como una mejora constante de los niveles de vida de la población argentina». Esto, según funcionarios y economistas ligados a la gestión anterior, reviste un peligro inminente que seguramente llevará a los trabajadores a una dificil situación de precarización y flexibilización labora. Algo que ya está en marcha.

«Corresponde felicitar al gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal. La velocidad de estas medidas, así como la composición del cambio de la situación fiscal deberán tener en cuenta el impacto en el crecimiento, el empleo y los segmentos más vulnerables de la población argentina».

El FMI estima que «el Directorio Ejecutivo del FMI analice la consulta del Artículo IV correspondiente a 2016 a fines de noviembre».

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