El presidente Mauricio Macri durante el acto de lanzamiento del nuevo PROCREAR

por Gabriel Eiriz – @gabrieleiriz

El presidente Mauricio Macri volvió a arremeter contra los trabajadores «cuando uno hace trampa al sistema, cuando fuerza un ausentismo o inventa un juicio está complicando la vida a toda la sociedad». Y que eso, ni más ni menos es «poner palos en la rueda» a las patronales.

Cuando el jefe de Estado hace referencia a hacer trampa se refiere a los trabajadores que exhiben derechos. Y para nada extraño suena que a los evasores se lance un blanqueo y que no estén obligados a traer el dinero del exterior.


La voluntad del gobierno de orientar la economía hacia los acuerdos de libre comercio con los países que conforman la Alianza del Pacífico


Esto está claramente vinculado a las supuestas inversiones que para el macrismo “están llegando” y que servirán para avanzar, aunque ni con telescopios se ven llegar dólares que no sean para la bicicleta financiera. De manera velada, el oficialismo vuelve a exhibir que el ajuste y la inflación debe ser aguantado por la clase trabajadora.

La voluntad del gobierno de orientar la economía hacia los acuerdos de libre comercio con los países que conforman la Alianza del Pacífico, como escalón para acceder al Tratado del Transpacífico requiere medidas de corte quirúrgico, y Macri está dispuesto a llevarlas adelante.

Las herméticas negociaciones del nuevo gobierno para adherir al TTP revisten un peligro de proporciones inimaginables para la economía doméstica y la industria nacional. La principal agenda de Estados Unidos es recuperar el poderío económico y comercial que perdió en las últimas décadas y para alcanzarlo no repara en aplastar a países emergentes como la Argentina. Esto requiere indefectiblemente violentar las conquistas laborales que los movimientos obreros alcanzaron en la última década.

El TPP es un acuerdo de libre comercio multilateral promovido principalmente por Estados Unidos para incluir a la mayoría de los países en desarrollo. El objetivo es que los miembros inercambien sus exportaciones e importaciones sin ningún tipo de arancel. Hace añicos la soberanía de los países firmantes poniendo por encima de ellos el poder de los monopolios trasnacionales, quienes podrán reclamar hasta el pago por “pérdidas” si los estados imponen medidas proteccionistas en sus respectivos países.

Entre los varios riesgos que conlleva ingresar en este tipo de acuerdos, están los derechos de la clase trabajadora, ya que obliga a los estados miembros a modificar sus legislaciones laborales, para garantizar una mayor explotación de la fuerza de trabajo y en esa línea trabaja el actual gobierno.

Por ahora, se trata solamente de un aviso para la negociación paritaria del año que viene y los reclamos que se verán en poco tiempo al exigir que se abran las negociaciones. En un futuro no tan lejano, las políticas económicas de la derecha que gobierna hoy el país, estarán rodando sobre un andamiaje que pondrá en peligro la calidad de vida de los argentinos, en pos de la rentabilidad empresaria.

print