El presidente Mauricio Macri y el ministro del "Tarifazo", Juan José Aranguren

Para el jefe del Estado, «no es justo» echarle la culpa a Aranguren por los tarifazos, ya que «estamos matando al mensajero», dijo en el marco de su raid mediático para intentar frenar la bronca que se viene gestando en el grueso de la sociedad por las malas decisiones en materia económica.

En línea con la estrategia de echarle la culpa de todo al anterior gobierno, Macri dijo que «la triste realidad es que un modelo energético equivocado que se basó en la mentira, que nos dejó sin energía».


«Si Argentina hubiese tenido un ministro como Aranguren en los últimos diez años, hoy estaríamos exportando energía»


«Argentina exportaba energía a Chile, Uruguay, y pasó a depender de todo el mundo», reiteró Macri. Dijo que el país «tenía energía de sobra» y consideró «una mentira» del kirchnerismo que comenzó a faltar por el crecimiento económico. Sin embargo, lo que el presidente no consiedera en su análisis es la exponencial reindustrialización que atravesó el país en la última década, donde se crearon cerca de 250 mil nuevas empresas que empezaron a demandar energía y dieron 5 millones de nuevos puestos de trabajo. La mirada sesgada del mandatario solo busca justificar el brutal tarifazo que impactó negativamente en el conjunto de la sociedad, pero muy en particular en el sector que creyó en el país e invirtió en equipamiento aprovechando las promociones del Estado en materia energética y que hoy, ante la nueva realidad económica deberán bajar la persiana y dejar cientos de miles de trabajadores en la calle.

«Si Argentina hubiese tenido un ministro como Aranguren en los últimos diez años, hoy estaríamos exportando energía», aseveró el Presidente. En cuanto al enojo que produjo el aumento tarifario en la gente, Macri admitió: «entiendo» a los que salieron «genuinamente» a protestar.

No hay que perder de vista que el fiscal federal Carlos Stornelli requirió abrir una investigación contra el ministro de Energía, Juan José Aranguren, denunciado penalmente por diputados kirchneristas que lo acusan de beneficiarse con los aumentos tarifarios de gas, debido a su doble rol como funcionario público y accionista de Shell. Lo acusan por un acuerdo con Chile con un precio que resulta un 53% más caro que el GNL que llega por barcos y un 128% más elevado que lo abonado por las importaciones provenientes de Bolivia.

Finalmente el presidente reiteró que «si hubiese tenido alguna alternativa, la hubiese tomado, pero en ningún país del mundo te subsidia la energía, porque es malo, es contaminante», e insistió en cuanto a los hábitos de consumo que «no estamos entendiendo la gravedad de lo que nos pasa».

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