Sergio Massa junto a Omar Romero, Juan Manuel Abal Medina y Miguel Ángel Pichetto

La estrategia del líder del Frente Renovador, Sergio Massa ya es archi conocida. Busca capitalizar la fragmentación del Frente para la Victoria y convertirse en el referente peronista para enfrentar a Macri en las próximas elecciones. Es el largo camino hacia el 2019, pasando por las elecciones de medio término el año que viene.

En las últimas semanas se ha visto un Massa que no confronta con los simpatizantes del kirchnerismo, es más intenta seducirlos para que se encolumnen detrás de su figura y así capitalizar todos las facciones del peronismo, que en este momento se encuentra sin un rumbo definido. La foto que se sacó junto a los senadores del FPV, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Abal Medina y Oscar Romero del Bloque Justicialista fue el puntapié inicial en esa carrera.

Ahora, la estrategia baja a los intendentes bonaerenses del PJ , que iniciaron una etapa de reunificación tras haber hecho a un lado las diferencias internas entre los referentes peronistas y quienes se encolumnaban en el kirchnerismo, y preparan una serie de recorridas por el distrito para articular una posición común y construir una base de proyección política.

Luego del encuentro de Ituzaingó del lunes último que selló el regreso a las fuentes de algunos de los referentes bonaerenses del Frente para la Victoria, los jefes comunales del PJ diagraman una serie de recorridas en tándem a partir de la semana próxima y durante los próximos «60 días».

Sin referencias nacionales ni en el ámbito provincial desde la derrota electoral, los alcaldes apuntan a exhibir una imagen de unidad y lograr una mejor posición a la hora de encarar negociaciones electorales tanto con el massismo como con el gobierno de María Eugenia Vidal.

Fuentes del PJ señalaron a la prensa que el objetivo «de máxima» se resume en la consigna «todos adentro», lo que incluye al Frente Renovador y otros espacios peronistas que estuvieron alejados del Frente para la Victoria, con un «recambio» de la conducción partidaria, actualmente a cargo del matancero Fernando Espinoza, previsto para el mediano plazo. La postura es compartida, aunque con reparos, por los referentes del massismo, lo que explica la difusión de actividades conjuntas y la instauración de canales de diálogo vinculados a la gestión.

Como parte de este nuevo esquema, el PJ y el Frente Renovador emitieron una fuerte señal de alerta para Cambiemos con la presentación conjunta de un proyecto legislativo de traspaso de la Policía Local a la órbita de los municipios, en la «primera vez que el peronismo se planta como oposición, con el massismo encolumnado», destacan en el justicialismo.

Ese movimiento generó «preocupación» en el gobierno de Vidal, según relatan en el PJ, y logró que el peronismo estrechara los vínculos con la administración bonaerense a través de los ministros Federico Salvai y Edgardo Cenzón, de Gobierno e Infraestructura, respectivamente, quienes actúan como «nexos».

En el justicialismo apuntan que «hace rato» que los intendentes «vienen juntándose de a grupos, y después de Ituzaingó decidieron establecerse como la base territorial del PJ, caminando juntos, y el año que viene verían quién es su líder a nivel nacional». Para eso, adelantan, «van a referenciarse en el que mejor mida», aunque «dejaron de hablar de nombres y ya ninguno se ubica con nadie».

Por eso ningún referente tiene el respaldo asegurado, ni siquiera una figura atractiva como la del ex ministro de Interior kirchnerista Florencio Randazzo, a quien algunos le reprochan que «no apareció con nadie ni está recorriendo», para preguntarse con ironía: «¿Nació candidato?».

«Hoy los intendentes tienen una fuerte demanda de gestión diaria. La nueva generación tiene una nueva mirada y entienden que tienen que hablar entre todos. Si eso los junta, mejor», concluyen a la hora de graficar la nueva etapa.

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