La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó una extensa entrevista telefónica al programa Economía Política que conduce el periodista Roberto Navarro en la señal de noticias C5N. Luego de legar a Buenos Aires por cuestiones personales, tal como manifestó la ex mnadataria, se recluyó en su departamento del barrio porteño de La Recoleta, donde cientos de seguidores la esperaron bajo la lluvia.

Durante la charla que mantuvo con Navarro dejó varias definiciones, pero evitó referirse a su futuro en el campo de la conducción del espacio que lidera. Tampoco hablo de las deserciones en su partido, que no son pocas a esta altura, y que la fractura dentro del FPV preocupa a quienes adhieren al proyecto político que gobernó durante más de doce años.


«no pensé que el deterioro social iba a ser tan rápido. Realmente es una pena», CFK


Entre los temas más importantes que recorrió Cristina, estuvo el tema José López y las supuestas estafas en torno a la obra pública. En ese marco, y de algún modo pasando la pelota al otro equipo, reclamó que se haga “una auditoría” para determinar si durante su gestión se pagaron sobreprecios y consideró que el Gobierno de Mauricio Macri aplicó “un ajuste brutal” en los últimos meses.

Además no evito remarcar la persecución política y judicial a la que esta siendo sometida por el gobierno Nacional y el Poder Judicial, con la complicidad de los medios de comunicación y los grupos concentrados de poder.

“Estoy siendo perseguida. No es una sensación. Soy la única persona que está siendo investigado por dos jueces en la misma causa”, señaló Cristina en relación a las investigaciones que instruyen los magistrados federales Sebastián Casanello y Claudio Bonadío.

Respecto a la cuestión de la obra pública y las presuntas devoluciones mediante el uso de sus cadenas hoteleras, en la que ya ha sido condenada por el aparato mediático, Cristina consideró que los montos de los contratos que se erogan desde el Estado son por sumas millonarias, y remarcó que “es imposible” que se cobren retornos “a través del alquiler de inmuebles”.

“Creo que si hubo sobreprecios debe haber una auditoría de todos los contratos que se adjudicaron en los últimos años. Esto es algo necesario y que debe hacerse. ¿Pero en función de los montos que tienen esos contratos, creen que se pueden cobrar retornos a través del pago de alquileres?, se preguntó.

En ese sentido enfatizó: “Siempre alquilé inmuebles, nunca habitaciones. Eso es algo que debe quedar en claro. Con Néstor, las inversiones las hicimos en ladrillos y ahorros”.
De esta forma, la líder del Frente para la Victoria se refirió, sin nombrarlo, a los negocios que su familia hizo con el empresario Lázaro Báez, detenido actualmente en una causa por lavado de dinero.

“Ese empresario no es el contratista más importante en las obras públicas que se hacen en el país. Existen otros -en referencia a Nicolás Caputo, íntimo amigo del actual presidente, y de Ángelo Calcaterra, primo hermano de Macri- que son más importantes que él y que han recibido contratos más elevados”, apuntó Cristina.

La dirigente recordó en ese sentido que las obras del soterramiento del tren Sarmiento fueron adjudicadas durante su gobierno y que las obtuvo “un primo del actual presidente Mauricio Macri”, en una clara alusión a Angelo Calcaterra.

“La obra del Sarmiento la adjudicamos nosotros y no se hizo por falta de financiamiento. Ahora, el empresario que tiene ese contrato, que es familiar del presidente (Mauricio) Macri, obtuvo los fondos que necesitaba” sostuvo.

Cristina aseguró que sintió haber recibido “una trompada al estómago” al enterarse que José López, ex secretario de Obras Públicas durante los 12 años de administraciones kirchneristas, resultó detenido mientas portaba bolsos con más de ocho millones de dólares, en la localidad bonaerense de General Rodríguez.

“Sentí vergüenza, indignación. Fue como un golpe al estómago. Por eso insisto que es necesario que se revisen todos los contratos de obra pública. Este caso demuestra que es necesario hacer esa auditoría”, enfatizó.

Luego evaluó la actualidad económica que atraviesa el país y la difícil situación que sufren tanto los secroes más vulnerables, como así también las pequeñas y medianas empresas, las mayores dadoras de empleo y fuertemente dependientes de la actividad y el consumo en el mercado interno, «ahora existe una «transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía» y agregó que «el ajuste ha sido brutal».

Pese a no haberse referido a su rol como líder de un sector de la oposición, la presidenta mandato cumplido dejó algunas precisiones al respecto: «faltan ideas» en la oposición y que ve «a la clase política argentina mirándose al ombligo».

«Creo que están faltando ideas que puedan persuadir a la sociedad y al gobierno de que el rumbo no es acertado».


«Está faltando una idea para plantear una alternativa» 


Al respecto, dijo que «la oposición tiene que cumplir un rol en el Parlamento. Esto no significa obstruir como hicieron con nosotros». 

Al evaluar la dura situación social que se vive, dijo que «no pensé que el deterioro (social) iba a ser tan rápido. Realmente es una pena».

«Nosotros entregamos un país capitalizado, con Aerolíneas Argentinas, YPF, Aguas Argentinas, y desendeudado», enfatizó.

Cristina, también se ocupó de retrucar el discurso que prima hoy entre economistas, consultores y el propio gobierno, que aducen, como dijo González Fraga «un trabajador promedio, con un sueldo promedio podía acceder a bienes como celulates, plasmas y hasta comprar un auto nuevo».

«Creer que los doce años fueron una fantasía es muy difícil», aseveró y añadió que «lo que se está haciendo va en una dirección que no está favoreciendo a las mayorías».

«Vamos hacia un mundo complicado. Veo a una clase política argentina mirándose el ombligo sin hablar de lo que pasa en el mundo», concluyó

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