El tan esperado segundo semestre finalmente llegó y con él la desazón de la sociedad que ve frustradas todas sus expectativas de una mejora en la calidad de vida. La tan esperada reactivación de la economía aún no muestra señales de aparecer en el corto o mediano plazo. Los números siguen estando en rojo para el Gobierno de Mauricio Macri. Es que la inflación y las medidas adoptadas encendieron alarmas en las economías hogareñas y complicaron las cuentas nacionales.

Sin embargo, los funcionarios siguen dentro de una burbuja tan grande que siguen pintando un clima de fiesta cuando la situación social es muy delicada.


«la lluvia de dólares ya arrancó en la Argentina y si no pregúntenle al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger», Cabrera


Así se desprende de lo afirmado por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, que sostuvo que «la lluvia de dólares ya arrancó en la Argentina y si no pregúntenle al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, porque pasamos de dólares oficiales que casi no había a dólares que son del mercado». y como si esto fuera poco alerto al titular de la entidad monetaria por una posible apreciación del peso.

Quizás lo que faltó agregar al funcionario que esa lluvia de dólares es la que se fuga desde el levantamiento a las restricciones a la compra y venta de dólares. Es que según estimaciones de bancos y consultaras, en los primeros meses del año la fuga de capitales superó loas u$s 4.000 millones.

Como postal del país que forjó el macrismo en su primer semestre basta con ver los resultados bursatiles: las acciones energéticas y bancarias anotaron las mayores ganancias, un lapso de alzas generalizadas para los bonos soberanos, mientras anotaron fuertes alzas el petróleo, el oro y la soja. El papel que más brilló fue el de la autopartista y fabricante de teléfonos celulares Mirgor, que escaló 151 por ciento en el semestre.

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