Macri en Concordia al visitar una planta del INTA

En medio de año de gobierno macrista, las protestas gremiales, huelgas y marchas se convirtieron en una constante diaria. Además, el mercado se cae a pedazos, con 5000 comercios minoristas que tuvieron que cerrar y 500 Pymes que bajaron la persiana, las perspectivas de futuro no ven ninguna luz al final de túnel.

Si bien no hay cifras uniformes, se calcula que se acumulan unos 200 mil despidos, entre públicos y privados, desde que asumió Macri la presidencia. En parte como consecuancia de los tarifazos, la devaluación y la altísima inflación (la más alta en más de una década), la economía está prácticamente congelada.


«este proceso ha sido difícil para todos, pero Estamos en el camino correcto», mauricio macri.


Ante ese panorama, creció en millones la cantidad de pobres. Según cifras de la Universidad Católica (números cuestionables, aunque siempre ponderados por el PRO, durante el ciclo kirchnerista), ya son 1,5 millones los nuevos pobres Y 400 mil nuevos indigentes. El crecimiento de demandas sociales y presencia en comedores populares parece legitimar esas cifras. O al menos esa tendencia a la baja.

Uno de lo caballos de batalla del equipo económico fue el tema del déficit fiscal, los fucionarios hablaron hasta el hartazgo de la herencia que dejó el kirchnerismo. Con dibujos, denunciaron un terrible 7%. Sin embargo con la falta de inversiones, que nunca llegaron y la necesidad de contener el descontento social, el gobierno se prepara para atacar con un programa feroz de obra pública, que seguramente reducirá el nivel de desempleo, algo claramente saludable, pero que impactará en le déficit que para el cierre del año podría alcanzar un dramático 8%.

Para colmo, ni siquiera parece cumplirse la promesa de la honestidad a raja tabla y la lucha contra la corrupción: el escándalo de los Panamá Papers, sumado a situaciones irregulares como las del ministro Juan José Aranguren (es accionista de Shell, mientras la petrolera se adjudica licitaciones del Estado), enlodaron esa bandera del PRO. Mientras tanto, Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, mira para otro lado y encubre a sus jefes.

Desde el gobierno, sin embargo, optaron por minimizar esa realidad. Al cumplirse medio año desde que asumió al frente del Poder Ejecutivo, el Presidente insiste con que «la transición ha sido difícil» y reconoció que «este proceso no ha sido fácil para todos». Durante un acto en concordia, habló del sinceramiento, de las inversiones que se vienen y demás slogan que mantiene desde su campaña.

«Sincerar cinco años de estancamiento, de una inflación abrumadora que enferma todo no es fácil. Esta transición ha sido difícil, pero estén seguros que vamos por el camino correcto», subrayó Mauricio Macri durante un acto en el que anunció una inversión de la empresa Coca Cola.

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