BANCO CENTRAL
Banco Central de la República Argentina

Los bancos ya habían adelantado, hace unos pocos días, que por la suba de encajes dispuesto por el Banco Central debían mantener el margen de rentabilidad en sus préstamos con un acomodamiento de las tasas de interés. El ajuste recayó, finalmente, sobre los ahorristas: las mesas de dinero empezaron a pagar en estos días menos del 30% anual por los depósitos a plazo fijo de inversores medianos; y levemente por encima de esa cifra para los de mayor tamaño.


la tendencia bajista no se detiene y que puede llevar los rendimientos más cerca del 25% anual a fin de año


La recompensa que dan las entidades a sus clientes por el dinero guardado en sus sucursales se redujo entre 100 y 150 puntos básicos en la última semana. La Badlar, que mide el BCRA y rige para los depósitos a un mes mayores al millón de pesos, tocó ayer un mínimo del 29,87% anual, tras haberse ubicado en torno del 31,4% en los meses anteriores.

El movimiento acompaña, en parte, el recorte de tasas que aplicó Federico Sturzenegger sobre las Lebac en las licitaciones de deuda semanales: la mesa de dinero de la institución bajó esa tasa del 38% al 33,25% anual desde fin de abril hasta hoy. En el mercado entienden que la tendencia bajista no se detiene y que puede llevar los rendimientos más cerca del 25% anual a fin de año. El organismo tiene previsto mantener estos valores de acuerdo con la evolución de los precios. Se estima que las tasas deberían ubicarse al menos en unos 300 puntos básicos sobre las expectativas de inflación que tenga el sector privado para los siguientes doce meses.

En un contexto normal, las entidades hubieran optado por encarecer los créditos. En las mesas de dinero advierten que la suba de encajes debería convertirse en un aumento de al menos dos puntos porcentuales en las líneas de financiamiento. Pero las dificultades que ven por ahora en la actividad económica los obligan, esta vez, a hacer el ajuste pagando tasas de interés más bajas por los plazos fijos para mantener el margen de rentabilidad que obtienen al tomar pesos del sistema y colocarlos en el sector privado (empresas o particulares) o en títulos del BCRA (Lebac).

En una entidad aclararon a este diario que la baja de tasas para los depositantes se hace difícil por la expectativa que tienen de que regrese la demanda de créditos de empresas, que hasta ahora estuvo ausente, y en un momento en que los bancos tienen menores niveles de liquidez.

Federico Sturzenegger decidió subir los encajes hace ya dos semanas: un 2% en junio y otro 2% en julio. La medida, según se aclaró, había sido resuelta entonces con la intención de que los costos que hoy deben pagar por la contracción monetaria «sean compartidos por todos los actores del sector financiero y no únicamente por la autoridad monetaria». El encaje para los depósitos a la vista (cajas de ahorro y cuenta corriente) pasará del 17% al 19% este mes y al 21% en julio. Y para un plazo fijo, del 13% al 14,5% en junio y al 16% en julio. El BCRA advirtió que la medida no tendría efecto sobre las condiciones monetarias ni sobre las de crédito. Pero estos últimos movimientos parecen demostrar que el ajuste no fue inocuo.

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