La presidenta del Senado, Gabriela Michetti, firmó la resolución al pedido de sesión especial para el miércoles 15 de junio, al mediodía, impulsada por senadores del interbloque Cambiemos, como los macristas Federico Pinedo y Laura Rodríguez Machado, así como el radical catamarqueño Oscar Castillo, entre otros, según consignó una de las referidas fuentes.
La determinación demuestra que el oficialismo cuenta con un acuerdo previo al menos con un sector del mayoritario bloque PJ-FpV, que conduce el rionegrino Miguel Pichetto, aunque conviven con senadores ultra-k que en su momento cuestionaron a los postulantes propuestos por el gobierno nacional, sobre todo luego de que ambos letrados aceptaran asumir en comisión.
no se descarta que el PJ-FpV vuelva a votar a dividido en el recinto
«Había una conversación avanzada para realizar una sesión el miércoles 15 con ese tema», confirmó a esta agencia una fuente del bloque peronista, pero descartó que el mayoritario bloque opositor ya tenga definido el voto respecto a los postulantes; sin embargo, a nadie escapa que el oficialismo no pediría una sesión especial sin tener una venía de al menos varios opositores para poder aprobar las designaciones, por eso es que no se descarta que el PJ-FpV vuelva a votar a dividido en el recinto en este asunto.
El 15 de marzo, la comisión de Acuerdos del Senado, presidida por el peronista Rodolfo Urtubey, dio dictamen favorable a los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz, sin la presencia de buena parte de sus compañeros de bloque, y luego de aluna postergación en su tratamiento por cierto malestar en la bancada PJ-FpV por tono y los términos del discurso presidencial del 1 de marzo, cuando se inauguró el nuevo período legislativo.
Ese episodio fue crucial para que desde la vereda peronista (que cuenta mayoría propia en el Senado) se resolviera tomar su «tiempo» para analizar los pliegos de ambos candidatos.
Tanto, Rosatti como Rosenkrantz fueron cuestionados en su momento por haber aceptado, en primera instancia, la designación vía decreto de necesidad y urgencia y en comisión, pero ambos se escudaron en que siempre pensaron que sus respectivos nombramientos debían pasar el filtro del Senado.
Por su parte, el gobierno nacional tuvo que dar marcha atrás con su polémica embestida de nombrar dos jueces de la Corte Suprema por decreto y «en comisión», luego de las críticas de propios y extraños, y, sobre todo, después que desde el peronismo parlamentario se indicara que ninguno de los postulantes iba a pasar la barrera del Senado, pero ahora y cumplidos los pasos formales, parece que el malestar de algunos peronistas parece ser cosa del pasado.