El presidente de la Nación, Mauricio Macri

El Gobierno decidió cerrar la semana con una batería de anuncios que le permita volver a protagonizar la escena política y económica. El tan mencionado «segundo semestre» está a la vuelta de la esquina, y hasta aquí, nada indica que la situación económica y social vaya en el sentido que esperaba el ejecutivo.

Con la espada Damocles en la espalda, por el escándalo de los Panamá Papers y la reciente novedad en su declaración jurada, que muestra un incremento del 100% de su patrimonio, el presidente apuró un acuerdo con las centrales gremiales para evitar el anuncio de un paro nacional que termine de esmerilar su imagen y prepara una ofensiva política. Despejado ese camino, ahora se prepara para lanzar una batería de medidas con las que intentará cambiar el mal humor social, producto de los aumentos descontrolados y los tarifazos que pusieron en jaque a particulares y pequeñas y medianas empresas.


preparan batería de anuncios que vuelva a poner al gobierno en el centro de la agenda política y económica


Para esto, Macri instruyó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y a la mesa chica del equipo económico -Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, Alfonso Prat Gay, Pedro Lacoste y Luis Caputo- para que los distintos anuncios estuvieran listos para este viernes. Según trascendio en los pasillos de la Rosda, el jefe de Estado quiere presentarlos como parte de una política integral que impacte directamente en la opinión pública.

La batería de anuncios, que se darán a conocer en la Casa de gobierno a las 17, incluyen un blanqueo de capitales, (impositivo, aduanero y laboral), una moratoria y una de las promesas de campaña postergadas hasta el momento: el pago de los juicios a jubilados por reajuste de haberes.

El proyecto de blanqueo ingresará la semana que viene al Congreso, contemplará la posibilidad de ingresar o declarar dinero no registrado a través de la compra de títulos públicos, los que no podrán ser vendidos por espacio de un año, para evitar la especulación financiera en el corto plazo, y cuya recaudación se destinará exclusivamente para obras de infraestructura en diversas provincias, según dejaron trascender las fuentes.

Según el tipo de inversión, habrá distinto tipos de alícuotas que deberán pagar quienes ingresen estos fondos, adelantaron las fuentes

Prat Gay había adelantado la semana pasada la realización de este blanqueo, advirtiendo que, a partir del año próximo, cuando la mayor parte de los países de la OCDE compartan la información fiscal, los argentinos «no van a tener donde ocultar» el dinero no declarado.

Aquellos sujetos que se sumen al blanqueo, quedarán eximidos del pago de los impuestos que hubieran omitido declarar en concepto de Ganancias, a la transferencia de inmuebles, impuesto al cheque, IVA, impuestos internos, ganancia mínima presunta y bienes personales.

El blanqueo plantea excluir a las personas o empresas que se encuentren en estado de quiebra. También quienes estén denunciadas penalmente por la AFIP, imputados por delitos vinculados a lavado de dinero o financiamiento del terrorismo, así como quienes hayan ejercido la función pública, además de los contratistas de los tres niveles del Estado.

El blanqueo adueanero, por otra parte, buscará atender a los incumplimientos generados en algunas empresas por el cepo y las distintas restricciones a las importaciones desde 2012.

En cuanto al blanqueo laboral, apuntan a incentivar tanto a las micro pymes que emplean a menos de 5 empleados (donde la informalidad es mayor) como a los propios trabajadores (que, en general, deberían estar inscriptos como monotributistas) para formalizarse.

Entre los anuncios se incluirá una moratoria de impuestos y, posiblemente, una elevación de $305 mil a $800 mil del piso del impuesto a los bienes personales, vigentes desde 2007 y modificar también las alícuotas vigentes, que actualmente van del 0,5 al 1,25 por ciento.

Pero sin dudas, el anuncio más ambicioso en el plano político, es el pago de los juicios a jubilados por reajuste de haberes. Más allá de que esto le permitirá a Macri decir que cumplió con unas de las promesas más «difíciles» de la campaña, será una fuerte inyección de dinero al consumo, para reactivar el muy retraido mercado interno donde las pymes vuelcan la mayor parte de su producción y que en los últimos meses la caída alcanzó un fenomenal 40%.

El proycto de Macri pretende ponerle punto final a los 300.000 juicios de jubilados contra la ANSeS, que exigen el pago de un reajuste de los haberes.

Tiene la intención de no solo resolver los litigios en curso, sino también abordar potenciales reclamos a futuro de 700.000 jubilados que no recurrieron a los tribunales, pero que están en la misma situación de los que sí demandaron al Estado.

Según trascendió, a los jubilados se les ofrecería un acuerdo con un pago equivalente a un porcentaje del reclamo. De esa cancelación, una parte se abonaría al contado y el resto en 2 o 3 cuotas, actualizada por el índice de movilidad del sistema.

Con esta opción, los jubilados podrán optar entre abandonar el juicio o continuarlos. Por su lado, los que aún no hicieron ninguna demanda tendrían que desistir de recurrir a esta instancia judicial, mientras que el acuerdo debería ser presentado y avalado por los Tribunales de la Seguridad Social.

En lo que respecta a las sentencias firmes, el Gobierno espera pagar unos 50.000 fallos este año, que ya fueron proyectados en el Presupuesto 2016. El monto asciende a $12.500 millones.

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