Los supermercados correntinos más grandes comenzaron a ofrecer carne de a 100 gramos, como usualmente se venden los fiambres. Algo impensado en Argentina, uno de los países de mayor consumo de carnes rojas del mundo.
Las juntadas de familia amigos alrededor de la parrilla comenzaron a tomarse más tiempo entre una y otra. El lomo abandonó los platos de los argentinos y viaja por el mundo. El asado, un emblema de la argentinidad pasó a ser un lujo de pocos.
El precio de la carne se ha disparado y el kilo de los mejores cortes de ternera puede pisar los $200 en buenas carnicerías. Se terminó la felicidad.
Ahora, hay que comprar carne de a 100 gramos. El principal aporte de proteínas que consumían los argentinos ahora se vende como el fiambre, fraccionado en gramos. Tristeza.
Los 100 gramos de picada especial están $ 12,49, casi $125 el kilo; y la picada común a $ 4,99, es decir, $ 49,90 por kilo.
Mientras tanto, en ciudades como Barcelona, el kilo de asado argentino se puede conseguir a 5 euros, más barato que en su propio país. Cambiamos.