La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) decidió impulsar de modo urgente una declaración de la emergencia del sector que abarca a las micro, pequeñas y medianas empresas.
La entidad resaltó mediante un comunicado que la emergencia ocupacional solicitada por las centrales sindicales no se contrapone a los intereses de las Pymes, sino que son dos caras de un mismo problema de fondo: el avance de un programa económico que se ha limitado a realizar una fenomenal transferencia de ingresos desde las Pymes, los trabajadores, los profesionales y las capas más desprotegidas de la sociedad hacia el complejo agroexportador, las empresas concentradas, el sistema financiero y los capitales especulativos.
“La suerte de las Pymes es la suerte del tejido socioecómico de nuestro país, así ha sido históricamente”
El resultado de estas políticas está a la vista: incrementos de precios, tarifazos, despidos masivos (unos 120.000 en apenas cuatro meses), desprotección social y disminución drástica del poder adquisitivo. De este modo se está destruyendo el mercado interno, principal sustento de las Pymes, que constituyen el 95 % de las empresas y proveen el 75% del empleo.
En este contexto, no ha habido una sola medida sustancial para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, atenazadas entre la caída de ventas y el aumento desmesurado de costos e insumos.
El conjunto del sector se encuentra en una situación dramática, ahogado por la retracción de los planes de facilidades impositivas, junto con una ola intimaciones y embargos; la disminución y encarecimiento del crédito; la creciente apertura comercial y desprotección de la industria local; los aumentos de insumos difundidos, en condiciones abusivas por parte de los grandes formadores de precios, y los desmesurados ajustes en luz, gas, y combustibles, que por sí solos hacen inviables a cientos de empresas.
Esta situación constituye un coctel letal de corto plazo, que hace imposible la sustentabilidad de nuestras empresas y no permite esperar a una futura e incierta mejora de variables económicas.
“La suerte de las Pymes es la suerte del tejido socioecómico de nuestro país, así ha sido históricamente”, manifestó Eduardo Fernández, presidente de APYME. “Las Pymes no tienden a expulsar trabajo. Los despidos actuales provienen mayormente del ajuste en el Estado, el freno en la obra pública y la construcción y por parte de grandes industrias. Para la pequeña y mediana empresa el trabajador es parte de su capital de trabajo. Si una Pyme comienza a expulsar trabajadores, es el comienzo de la muerte de la empresa”, explicó el dirigente.
Por estos motivos APYME presentará en los próximos una propuesta de anteproyecto de ley para declarar la emergencia del sector a legisladores nacionales, autoridades del Poder Ejecutivo y al conjunto de entidades del sector y de los trabajadores, a fin de consensuar un conjunto de medidas concretas que permitan a las Pymes subsistir, afrontar sus obligaciones y aspirar a un crecimiento acorde con la equidad distributiva y las potencialidades del país.