Sólo 24 horas tardó un bonista que ingresó en el canje de 2005 para ser el primero en protestar judicialmente ante Thomas Griesa, para denunciar el acuerdo con los fondos buitre y holdouts.
El que inauguró la nueva etapa del «juicio del siglo» fue Mohammad Ladjevardian, un acreedor que compró deuda argentina en 2002 y que ingresó en el primer llamado del Gobierno de Néstor Kirchner. Se consideró «estafado» por haber aceptado la quita dispuesta en aquella operación, ante el hecho de que los que esperaron y ganaron el juicio en el tribunal de Griesa están cobrando el 100% más un interés anual del 3% con una ganancia de más del 1.200%.
Ladjevardian le reclama al magistrado que embargue los dólares que la Argentina obtuvo en la colocación de deuda por 16.500 millones que el país concretó la semana pasada, luego del pago a los fondos buitre acordado con el juez. Esto implicaría que el propio Griesa debería avanzar sobre los aproximadamente u$s 4.000 millones que le quedarían limpios al país para reforzar las reservas del Banco Central.
Tanto desde Buenos Aires como en el juzgado de Nueva York se descarta que rápidamente Griesa rechazará el reclamo y que el fallo de aplicación del «stay» y el acuerdo con los acreedores quedará en firme, y que, básicamente, no hay nada de que preocuparse en la presentación del bonista. Esto es innegable en la primera instancia judicial. Sin embargo, esta nueva causa podría convertirse en la presentación insignia de la etapa que se viene de reclamos contra el acuerdo cerrado por el país y los acreedores. Esta se resolverá inevitablemente en la segunda instancia judicial, cuando luego del rechazo de Griesa, Ladjevardian recurra a la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
Al bonista se sumarían también el «Grupo Varela» (integrado por 13 argentinos irreductibles que no aceptan ninguna propuesta argentina desde 2005 a la fecha) y el fondo Greylock, que sorpresivamente se hizo presente la semana pasada ante Griesa anunciando que tenía bonos reestructurados y que no avalaba el acuerdo negociado por el «special master» Daniel Pollack.
La presentación de Ladjevardian fue recibida el lunes pasado; pero ayer se conoció el contenido del escrito donde el bonista explica en un texto de 27 páginas los argumentos por los cuales asegura que tiene el derecho de recibir él también la totalidad de la deuda. Según el escrito, «los querellantes solicitan respetuosamente que el tribunal admita su moción para emitir órdenes de ejecución y una orden de cobro contra la Argentina y JP Morgan de lo obtenido en la oferta de bonos de 2016 que no es usado para pagar los acuerdos y así satisfacer las sentencias de largo plazo de los querellantes».