Luego de un paso fugaz por la Argentina, El presidente norteamericano, Barack Obama y gran comitiva regresaron a los Estados Unidos, dejando atrás, millones de argentinos maravillados, que vieron en la visita del jefe de Estado, una palmada en la espalda al nuevo gobierno y sus políticas económicas.
Desde sus nuevas mini vacaciones en el sur, el presidente argentino, Mauricio Macri, dialogó con la radio del grupo Clarín y realizó un balance de lo que dejó el paso del hombre más poderoso del mundo por el país del mate -que probó, le gustó y dijo que se llevaría un poco de yerba a la Casa Blanca- «trabajamos para aumentar el comercio con EEUU», dijo Macri y estimó que espera «que haya resultados en los próximos meses».
Yo me encontré con un auto que ni siquiera estaba desarmado, era un auto que no tenía motor
«Cuando un presidente visita un país mueve toda la enorme maquinaria que viene debajo. En los próximos dos años vamos a tener una corriente de inversión muy grande desde EEUU», remató.
Macri aseguró que Obama se sorprendió con la velocidad con la que estaba introduciendo cambios en la economía local, desde su asunción el 10 de diciembre pasado y matizó la comparación que realizo el estadounidense acerca de la situación con la que ambos se encontraron al asumir sus cargos.
El mandatario dijo que «la discusión entre gradualismo o shock va a seguir porque nos gusta politizar todo, no somos Suiza, estamos bastante lejos de eso» y aseguró que Obama «no podía creer la cantidad de cosas que hemos corregido en tan poco tiempo».
Probablemente, las palabras del jefe de Estado se ajusten bastante a la realidad. Argentina retoma las relaciones comerciales con el país del norte y vuelve a una lógica que los Estados Unidos han propiciado desde siempre en Latinoamérica, endeudamiento, sometimiento a las políticas del FMI y acuerdos de libre comercio, una receta fulminante para la industria local y en particular para las pequeñas y medianas empresas que emplaen a más del 70% de los trabajadores registrados y se vale del mercado interno para subsistir.
«A veces comparan como otros gobiernos encuentran sus países a la hora de asumir. Pero yo siempre digo que en Europa, por ejemplo, cuando asume un nuevo gobierno se encuentra con un auto que anda a 60, con la bujías empastadas o cosas que no van, pero el auto anda y con algunas correcciones empieza a andar mejor. Yo me encontré con un auto que ni siquiera estaba desarmado, era un auto que no tenía motor y que para algunos andaba pero lo que había era el envión, entonces era una ilusión que andaba, no tiene motor», aseguró Macri, en clara referencia a la tan mentada «pesada herencia» a la que sistemáticamente recurre el mandatario para justificar sus medidas antipopulares.
«Hemos ido todo lo rápido que se puede tratando de entender que estamos en un proceso de cambio cultural» siguió y admitió sentirse «cada vez más admirador de los argentinos, de la capacidad de entendimiento que han tenido estos meses, y hasta a veces lo entiende más el ciudadano común que el dirigente que tiene responsabilidades».
Macri se mostró esperanzado en que la visita de Obama abrirá «un proceso que va a ir de menor a mayor y en dos años vamos a tener una corriente de inversión muy grande de los Estados Unidos que se sumará a lo que ya viene de China que arrancó, hay que decirlo, en el gobierno de Cristina de Kirchner».
Reconoció que «el principal responsable de la inflación es el gobierno pero después están los vivos que se aprovechan de eso. Tenemos una enorme tarea por hacer ahí».
Sobre fondos buitre y vuelta al crédito, Macri confió que «hoy las expectativas ya están jugadas a favor de la Argentina» y «esto genera que las soluciones se adelanten».