A cien días de iniciado su mandato, el presidente Mauricio Macri aseguró hoy que «el Estado porque gasta más de lo que puede y lo que debe», por lo que «hay que ir ajustando el gasto» público. Además, de cara a las negociaciones paritarias de este año, consideró que «cada uno tiene que hacer su trabajo de la mejor manera posible con el menor costo posible».

En tres entrevistas que brindó a los diarios Clarín, La Nación y Perfil, Macri dio definiciones de su gobierno, destacó las medidas tomadas, insistió con la «herencia» recibida del kirchnerismo y prometió que la situación mejorará «en el segundo semestre». Según el Presidente, la inflación «se va a moderar» en la segunda mitad del año y problemas como la pérdida del poder adquisitivo por los aumentos de precios y tarifas se terminarán en el primer semestre.

la herencia ha sido muy pesada. Ha sido mucho peor de lo que imaginaba, pero tampoco es para abrumarse ni deprimirse

«Obviamente, esa fiesta no puede continuar. Todos son conscientes, y no hay otro camino, pero hemos decidido hacerlo de forma gradual», indicó y, aunque reconoció que «en el caso de las tarifas esa gradualidad no estuvo», subrayó: «Vamos a ser lo más graduales posibles para cuidar a los argentinos. Hoy tenemos 1.300.000 empleados públicos más de los que había hace diez años, y ustedes han sido recurrentes con esto, informaron y dieron alertas, pero los que gobernaban no hicieron caso porque buscaban esconder la caída del empleo en el sector privado».

Consultado sobre si esperaba más apoyo de parte del sector empresario, al que él y muchos de sus ministros pertenecen, el jefe de Estado respondió: «De algunos sí. Pero tengo claro que acá lo importante es que haya reglas de juego claras y competitivas que los obligue a todos a esforzarse por un mejor producto, que eso significa mejor calidad y que la gente sea la beneficiada».

En ese sentido, admitió que las medidas de gobierno pudieron no haber llegado todavía a la sociedad, aunque aclaró: «Hemos tomado muchas medidas para beneficiarlos. Todas las que hemos podido. Pero, claramente, generar trabajo no es algo de un día para el otro. Yo les agradezco a los argentinos el afecto, la comprensión que tuvieron en estos meses, porque la herencia ha sido muy pesada. Ha sido mucho peor de lo que imaginaba, pero tampoco es para abrumarse ni deprimirse».

Vamos a ritmos razonables, que tal vez no son los del Presidente, que tiene una ansiedad por traerles soluciones a los argentinos «ayer». Pero creo que más de lo que se hizo, no se podía hacer, en referencia a cambiar expectativas en el mundo», indicó, y agregó: «La venida de Matteo Renzi, de François Hollande y la próxima visita de Barack Obama las tomo como una muestra de confianza, y por eso les digo a los argentinos: nos están abriendo la mano. Está en nosotros agarrarla, caminar juntos y no volver a morderle la mano al que te quiere ayudar».

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